Tipografía colonial: Sus inicios y el desarrollo de la producción nacional
Breve recorrido histórico de la tipografía en tiempos coloniales, los permisos Reales y los inicios de la imprenta.
No podemos negar que la tecnología hoy en día es sumamente útil y necesaria. Gracias a ella el ser humano cuenta con miles de comodidades, que en tiempos pasados eran inimaginables y podemos acceder rápidamente a más información de la que nuestro cerebro puede contener. Con el correr del tiempo, la tecnología ha comenzado a evolucionar con mayor rapidez sobre todo en el mundo de la tipografía, parece absurdo pensar en sus inicios, en la imprenta, los tipos móviles y en lo engorroso y lento que resultaba todo el proceso de impresión. Sobre todo comparándolo con la actualidad donde descargar una fuente puede tomarnos apenas unos minutos.
En base a esta idea, se me ocurrió investigar cómo fue desarrollándose la tipografía nacional principalmente en la época colonial, cuando no existían todos los avances técnicos y herramientas con las que contamos hoy que nos facilitan el acceso a las fuentes. Para ello, encontré unos artículos muy interesantes de Fabio Ares, diseñador graduado en la Universidad Nacional de La Plata que actualmente centra su investigación en la historia de la tipografía y la imprenta nacional.
Fabio Ares nos cuenta que el arte tipográfico llegó a Buenos Aires en 1780 luego de crearse el Virreinato del Río de la Plata. En ese tiempo, la imprenta fue creada por el Virrey Vértiz y Salcedo, junto con otras inauguraciones de gran importancia como la Casa de los Expósitos, que inspiró su nombre: Real imprenta de Niños Expósitos. Ésta tuvo la licencia Real para trabajar y contó con el beneficio de las impresiones después de la Revolución de Mayo de 1810 hasta 1815. La producción y el aprovisionamiento del taller fueron atravesados por cuestiones políticas, y económicas, pero siempre se priorizaron los trabajos oficiales.
Los comienzos fueron difíciles, pues a las complicaciones de la gestión administrativa, como la de la Licencia Real, debieron sumarse a los preparativos del taller, su arriendo, dotación, y la preparación del local.
El contexto es muy importante en la definición de etapas en el desarrollo de la tipografía colonial bonaerense. Las situaciones políticas, económicas, y comerciales, influyeron directamente en la actividad de la Imprenta porteña condicionando su aprovisionamiento y normal funcionamiento. Un ejemplo importante a citar fueron las Invasiones Inglesas, por un lado por lo “febril” de la producción oficial, y por otro, porque permitió la llegada de la prensa inglesa y sus materiales, a fines de 1807. Todo esto se trasladó a los impresos, ya que la composición se realizó con material defectuoso, se mezclaron diferentes cuerpos en una misma obra, y esto generó un verdadero “estilo” en las composiciones.
En Buenos Aires no se fundió tipografía hasta 1865. Los accesorios tipográficos debieron importarse, recurriendo primero a gestores y luego a casas introductoras, por lo tanto, es importante comprobar el origen de las letrerías. Si bien podemos señalar distintas llegadas de caracteres en tiempos de la colonia, aún no pudimos ubicar la primera tipografía llegada a la Ciudad, lo que sin lugar a dudas ayudaría a establecer su origen.
Algunos ejemplos de impresos:
Para finalizar les dejo algunas publicaciones de Fabio Ares: su libro “Expósitos”, un blog donde pueden seguir las actualizaciones sobre su proyecto y otro blog donde además podemos encontrar más contenidos sobre el desarrollo de la historia, el diseño y la tipografía nacional.
Ares, Fabio Eduardo, Expósitos. La tipografía en Buenos Aires. 1780-1824, Buenos Aires, DGPeIH, 2010.
http://tipografiaexpositos.blogspot.com.ar/
http://fabioares.blogspot.com.ar/
Etiquetas: Expósitos, Fabio Ares, Tipografía Colonial