Tipografía como imágen

La tipografía suele ser vinculada inmediatamente a su aspecto legible y connotativo del lenguaje y sus significados, pero ¿puede ser esta usada como imagen?

Las letras son signos de nuestro lenguaje que combinándolas con otras constituyen un segmento del discurso. Pero lo que quiero poner en relevancia es que también tienen un aspecto formal que puede ser tan poderoso como el significado de una palabra.

Como primer instancia, se puede decir que se comienza a relacionar la tipografía con su aspecto visual en el siglo XX con los caligramas: poemas representados gráficamente donde la tipografía expresa visualmente lo que las palabras quieren decir.

Un segundo momento es cuando se empieza a romper con este aspecto legible, se genera un impacto visual a través de la tipografía acompañando a la imagen, no remplazándola directamente. Esto se ve mucho en artistas en los años 60 con la psicodelia y Pop Art.

 

Por ultimo tenemos la desvinculación completa del significado de las palabras donde se empieza a analizar cada signo en particular con sus características gráficas. Las letras pueden empezar a funcionar como parte de la construcción de imágenes teniendo en cuenta la forma de la letra, el tamaño de los tipos, el peso, el color, la orientación y la ocupación en el espacio. Quitándole el valor simbólico y aprovechando solo sus aspectos formales, se obtienen composiciones tipográficas. Estas pueden llegar a formar varias situaciones como lo son personajes, retratos y paisajes.

    

En conclusión, la tipografía se adaptó como método de ilustración rompiendo los límites de la legibilidad. La imagen puede ser tipografía y la tipografía imagen, siempre que se trabaje con su potencial visual.