En 1932, el diario «The times» decide abandonar su clásica letra gótica para los titulares e implementa una nueva tipografía: la Times New Roman, diseñada por Stanley Morison, quién revoluciona la puesta en página de los diarios implementando una tipografía basada en las romanas clásicas, con el fin de economizar recursos y facilitar la lectura.

Si todo lo digital es una adaptación de la convención analógica, el colofón no es la excepción, y además puede ser un detalle muy funcional y placentero.