Del impreso al soporte digital
Teniendo en claro que en estos días el formato de la mayoría de las publicaciones editoriales ya están disponibles en la web, creo que la importancia de cómo se adapta y cómo se muestra el […]
Teniendo en claro que en estos días el formato de la mayoría de las publicaciones editoriales ya están disponibles en la web, creo que la importancia de cómo se adapta y cómo se muestra el formato de cada una es lo que la convierte en una publicación con trascendencia en el tiempo o de mayor interés público. Para ello las decisiones tanto de diseño y reacomodamiento de los elementos juega un rol muy importante en lo que es este traslado del papel a la web, ya que hay diferentes maneras de mostrarlo.
Por este motivo elegí esta página para ejemplificarlo, si bien personalmente creo que tiene varias desventajas en cuanto a funcionalidad (color de texto, tipografías implementadas) uno de los grandes aciertos que creo que tiene es que es una alternativa fácil para mostrar de manera online contenidos pensados para ser impresos. Es como un híbrido entre lo que es una revista impresa y una digital, al no tener las particularidades de una revista online. Digo esto porque claramente no tiene las características de una revista digital sino que es un traslado literal de una revista tradicional a la red, donde la navegación es básicamente la misma, donde el usuario ya sabe a donde recurrir para buscar los contenidos y donde en términos de usabilidad es mucho más claro para las personas que todavía no están vinculadas a los sistemas web.
Además de esto se presentan otras facilidades para la navegación, sean buscadores de páginas específicas, zoom, páginas en miniatura, inclusive compartirlo en las redes sociales y varios elementos de búsqueda que sólo el formato web te puede proporcionar, agilizando la lectura y el interés del usuario.
Este formato en particular recibe el nombre de ‘Flipbook’ donde publicaciones impresas, sean libros, revistas e inclusive catálogos se emulan de un volumen en papel pero a través de un medio digital, donde también la modalidad de navegación y manejo se ve enriquecida de alguna manera por las posibilidades propias del soporte, el mouse o el dedo en el caso de un dispositivo táctil.
En conclusión creo que más allá de todas las maneras que hay y que están surgiendo para mostrar diferentes soportes, no hay que dejar de lado su transición, analizar y estudiar estos cambios para poder aplicarlos en la medida que la tecnología avance y asimismo la manera que tiene el usuario de adaptarse a estos progresos.
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