El periódico y el color
En nuestro país a mediados de la década del 90 no podíamos evitar sorprendernos con la implementación del color al diario, una faceta de la vida diaria que siempre había estado en grises. Pero preguntémonos si en la actualidad su uso sigue significando poder y calidad; no solo en impresión sino en el aspecto editorial y periodístico.
En los tiempos que corren de la mano de la tecnología al alcance de la mayoría, el periódico de la madrugada ya es viejo antes de que termina el día. Cada diario tiene su versión web, con noticias actualizadas a todo momento, con extensas fotogalerías de imágenes de gran calidad, manejo de paletas infinitas de colores donde no existe el «fuera de registro»; interacción constante con el lector. Y sin embargo, aun existe la versión impresa.
En comparación con la luz de nuestra pantalla, esta edición puede parecer deslucida, opaca y sin vida; pero en nuestro país a mediados de la década del 90 no podíamos evitar sorprendernos con la implementación del color a una faceta de la vida diaria que siempre había estado en grises.
Ya se había visto el uso de una o dos tintas que complementaban el negro, en placas, títulos, misceláneas; pero la fotografía a color en todo el cuerpo de los grandes diarios (no solo en suplementos o notas principales) fue rotunda. Era un símbolo de tecnología y poder, aplicados a un elemento tan perecedero pero imprescindible en muchas vidas.
Hoy casi 20 años después, nos extraña ver periódicos en donde no se usen las 4 tintas. Pero, quisiera que nos preguntemos si en la actualidad eso sigue significando poder y calidad; no solo en impresión sino en el aspecto editorial y periodístico.
El color, como cualquier otra herramienta del diseñador, debe ser utilizada con criterio y combinada con los otros elementos de la página. En muchos rediseños de periódicos, en las ansias de implementarlo y querer generar una imagen más «actual y evolucionada» el mensaje termina siendo el contrario: burdo y caótico. Posiblemente este aspecto, entre otros, defina el concepto que tiene el diario de su lector, de lo que éste espera de la publicación que va a comprar, de lo que quiere ver.
Al encarar el trabajo práctico que estamos por entregar esta semana, el color era un tópico a pensar detenidamente y que ayudaría a enfatizar la línea de pensamiento o el
estilo que le queramos dar.
Si usamos las 4 tintas… ¿Qué diría nuestro diario por nosotros? Posiblemente que es uno de gran tirada para soportar el costo de la puesta en máquina, tintas y papel prensa. Y al ser así, seguro que sería de información general, uno que cualquiera podría comprar solo para informarse.
¿Si nos excedemos en el uso de color o son vibrantes y llamativos? Tal vez sea un diario sensacionalista, que quiere resaltar a toda costa, aunque sea a los gritos.
Si comenzamos a bajar la cantidad de tintas, por ejemplo negro y uno o dos colores más ¿Realmente significa que el diario parecerá mas «barato» en costos y por eso tendrá menor calidad gráfica e intelectual? No necesariamente. Tal vez se nos presente una página mucho más agradable a la vista, más ordenada; donde lo que importe sea la información que se presenta.
De todas formas y como se dijo antes, el color solo es una herramienta que debe ser ecualizada con la tipografía, la grilla, la composición y las imágenes. Todos esos elementos combinados hablarán claro por nosotros y es por eso que debemos primero nosotros tener en claro como queremos usarlos para potenciarlos, y que no se nos vuelvan en contra.
A continuación dejo unas imágenes donde se compara el mismo diario en su versión a una tinta y su versión color en la época en que fue implementado.
Fuente: http://www.upf.edu/depeca/Bcn95/disseny/informe.pdf
Etiquetas: color, crítica, diario, periódico