El BOOM Fanzine

La globalización ha traído aparejada la apertura a nuevos universos de intereses. Eso diversificó nuestras aficiones, lo que antes uno solo podía ver o conocer si tenía la posibilidad de viajar a otro país, ahora lo tenemos al alcance de un click.

Ahora llegamos a  muchos temas con un nivel de profundidad más grande y se dividen y especializan los intereses cada vez más, generándose subtemas muy ricos y complejos.

Esta revolución de la cultura, no puede ni quiere ser captada en su totalidad por las publicaciones de mayor tiraje. Probablemente son nichos de mercado que no representarían las ganancias suficientes que buscan las editoriales detrás de las revistas populares.

Es así que en Argentina, sobretodo impulsado por una nueva ola de jóvenes que no encuentran sus intereses representados en las revistas de moda, autos, deportes, política, entre otras; hay cada vez más cantidad de fanzines.

La idea resulta muy tentadora para muchos, poder llevar adelante una publicación que no esté atada al marco ideológico de una editorial convencional y dar una opinión u expresión artística genuina. Para otros es tener la posibilidad de mostrar lo que hacen, darse a conocer y compartirlo con aficionados que puedan apreciar su aporte al género.

Desde el diseño se alcanza una libertad muy grande, suelen salirse de los formatos y materiales estándar, los recursos están solo limitados por el capital de los autores. Eso genera una gran diversidad y una búsqueda por la exploración de nuevas propuestas visuales y estéticas.

Pudiendo hoy generar una versión virtual de la revista, se siguen imprimiendo estas publicaciones de fans para fans. Esto tiene que ver con una idea muy propia de los fans, la idea de la colección. El poder tener todas las ediciones de esa revista, que tiene un tiraje corto y que se sabe que si no la adquiere en ese momento probablemente no la consiga luego. También muchas vienen acompañadas de pequeños regalos como puede ser un sticker, dibujos originales, por ejemplo.

Estas nuevas publicaciones, cuando todavía era incipientes en nuestro país, solían distribuirse por las convenciones de sus respectivos géneros, como pueden ser las convenciones de cómics. Una demostración inobjetable de su crecimiento y desarrollo es que ahora existen encuentros particularmente del movimiento fanzine y podemos conseguirlas en algunas librerías y lugares de venta de objetos de diseño.

Probablemente esta sea una tendencia que se mantenga e incremente ¿cómo resistirse al poder hablar de lo que nos gusta y compartirlo con otros que también se interesan por ello, sin los grandes grupos editores y distribuidores interfiriendo?