Juzgar a un libro por su tapa
Imposible hablar de libros sin dar una espacio a los tan famosos libros de Penguin, una casa editorial que no solo fue pionera en el ámbito editorial por sus libros de bajo costo y la accesibilidad y calidad de los mismos, sino también por la importancia que le dieron al diseño, en especial a sus tapas y al sistema de colores que implementaron desde un principio para diferenciar sus colecciones por género.
Pensando en un tema sobre el cual escribir este artículo, me senté frente a mi modesta biblioteca y se me ocurrió ir sacando los libros que más me gustaban, ver sus portadas, encontrar un denominador común que me inspirara para encarar este trabajo.
Desde chica, mis padres—aunque sobre todo mi abuelo—me inculcaron el hábito de la lectura, y, como buena familia inglesa, los libros en inglés estaban siempre a la orden del día. Es así como me encontré, en la pila que separé como «libros que me gustan», con una gran cantidad de libros de una misma editorial.
Y cómo hablar de libros sin dar una espacio a los tan famosos libros de Penguin, una casa editorial que no solo fue pionera en el ámbito editorial por sus libros de bajo costo y la accesibilidad y calidad de los mismos, sino también por la importancia que le dieron al diseño, en especial a sus tapas y al sistema de colores que implementaron desde un principio para diferenciar sus colecciones por género.
Un poco de Historia
Corría el año 1935 cuando Allen Lane, editor Inglés, viajaba en tren a Londres tras un fin de semana en la localidad Inglesa de Devon. Sin nada que hacer, Lane se acercó a uno de los quioscos en la estación en busca de material de lectura, y notó que su única opcion eran novelas reimpresas del siglo XIX, a precios menos que agradables. Fue así como Lane decidió que iba a intentar publicar libros que se vieran estéticamente agradables a tamaños fáciles de transportar y que costaran menos que un paquete de cigarrillos. De esa forma, estos libros podrían venderse en quioscos, en la calle, y en lugares más comunes que las propias librerías.
Lane hizo la propuesta en la editorial en la que trabajaba (de la cual se desprendería al poco tiempo de encarar el proyecto), y consiguió los derechos para diez novelas que serían las primeras publicaciones de una editorial que trascendería a su fundador.
En principio el diseño de los libros era simple; Lane consideraba que las ilustraciones en las tapas eran de mal gusto (en especial lo que se encontraba comercialmente en la época). La propuesta era de una tapa dividida de forma horizontal en tres partes iguales, con la parte superior e inferior coloreadas para indicar el género del libro (naranja para ficción, azul para biografías, y verde para crimen), y en el centro el título y nombre del autor en Gill Sans. Este sistema de colecciones que parece más que obvio para el lector actual era bastante revolucionario para la época, y, amén de haber sufrido modificaciones, se mantiene hoy en día en algunas sus colecciones, especialmente en aquellas apuntadas al público infantil.
Sobre el Diseño
Pasaron los años y Penguin, con más de mil títulos publicados, comenzó a contratar a diseñadores que no solo se dedicaban a lo editorial, y a tipógrafos consagrados para encargarse del diseño de sus tapas. Por los años 40 el director de arte de la editorial era el tipógrafo alemán Jan Tschichold, quien determinó la base definitiva de todo lo que sería el sistema de las tapas, así como las reglas de composición a nivel tipográfico de cada serie, y la filosofía de diseño de la compañía.
Con la llegada del Italiano Facetti en la década del 60 se implementó el sistema de grilla que perdura en ediciones contemporáneas. Este sistema, creación del polaco Romek Marber, permitía tener una imagen central de alto contraste en el medio (evocando la grilla original de tres partes de Lane), y dos franjas de menor tamaño en la parte superior en inferior donde se ubicaría la tipografía, siguiendo las diagonales sugeridas por Marber. La «grilla Marber«, como se la conoce, fue tan exitosa que se escribieron un millar de artículos sobre la misma, demostrando también la acertada decisión de Penguin a la hora de dar autonomía creativa a sus artistas.
Actualmente Penguin compró y absorbió a muchísimas casas de publicación, abriendo sucursales alrededor del mundo y posicionándose como una de las corporaciones literarias más importantes en todo lo que es publicación en inglés en el mundo. Y todo esto sin perder esa visión tan especial que tienen sobre la relación del diseño con el objeto libro. Año a año van renovando sus colecciones, dando también un espacio importantísimo a artistas—algunos conocidos y otros no tanto— para crear ediciones de libros bellísimas y especiales, más allá de su gran o corta tirada.
A lo largo de su vida, Penguin publicó a escritores tan conocidos como Hemingway, Christie, Kerouac, Shakespeare, entre tantos otros, y publicó libros por los que fue demandada, tildada de inmoral, censurada y amenazada. Difícil es buscar un libro y que no se encuentre en su catálogo, coronado por una tapa a la altura de sus escritores.
Por mi parte, pensar en esta editorial me recuerda a los libritos naranjas por fuera y amarillos por dentro que me regalaba mi abuelo. Cuántas horas del verano nos pasamos leyendo de esas hojas atravesadas por el tiempo y la humedad, las aventuras que nos contaban cuando se avecinaba la hora de la siesta y no había pileta y mucho menos internet. En 2015 Penguin cumple 75 años, treinta de los cuales me habrán acompañado sus innumerables ediciones.
Durante mi vida como lectora, siempre escuché a los más grandes recordarme que «no hay que juzgar a un libro por su tapa». Como diseñadores, nos es difícil mirar la tapa de un libro y no formar algún tipo de opinión sobre el mismo, pensamiento que compartía Lane allá por los años 30. Gracias a su misión de producir libros de alta calidad, todo lo que nos queda es disfrutar de ellos y elegir, por fín, en base a su contenido.
Para finalizar, una selección de tapas que van desde los comienzos de la editorial hasta sus publicaciones mas contemporáneas.
(Acompañando el artículo, como imagen principal está el segundo libro publicado por Penguin: A Farewell to Arms, de Ernest Hemingway, del 30 de Julio de 1935.)
Book Archive (Colección de tapas)
Etiquetas: diseño de tapa, editorial, libros, penguin