Tipografía en el disco de jazz
El diseño discográfico del jazz ha pasado por diferentes épocas: desde el lenguaje moderno hasta la disolución de la imagen de marca, pasando por soluciones más conservadoras. Actualmente el diseño discográfico es un área abierta […]
El diseño discográfico del jazz ha pasado por diferentes épocas: desde el lenguaje moderno hasta la disolución de la imagen de marca, pasando por soluciones más conservadoras.
Actualmente el diseño discográfico es un área abierta a la experimentación, no obstante esto no siempre fue así. El lenguaje moderno impuesto por Alex Steinweiss en las primeras cubiertas discográficas, creadas hacia 1940, fue reemplazado al cabo de unos años por soluciones mucho más conservadoras, que dominaron la industria durante décadas. A finales de los años sesenta, en pleno auge de la industria del disco, ocurrió algo similar en el ámbito de la música pop. En ambos casos, sucesivas generaciones de diseñadores, fueron responsables de la eclosión del diseño discográfico.
Alex Steinweiss, Jim Flora y David Stone Martin
«En opinión de Alex Steinweiss las cubiertas discográficas podían funcionar como pequeños carteles. La idea tuvo enseguida un éxito extraordinario y supuso el nacimiento de todo un género.»
«La asociación más certera entre música de jazz e imagen fue aquella que identificaba el jazz moderno con los poderosos paisajes urbanos de Nueva York.»
«A diferencia de lo que sucedía en los primeros tiempos del LP, los principales sellos jazzísticos ya no tienen hoy una identidad gráfica reconocible.»
Alex Steinweiss era un integrante de la llamada Escuela de Nueva York que había recibido la influencia directa del diseño moderno. En 1939 fue contratado por el sello Columbia para diseñar campañas publicitarias, pero él además propuso incluir ilustraciones en las tapas de los discos. En su opinión, las cubiertas discográficas, hasta entonces desaprovechadas, podían funcionar como pequeños carteles. La idea fue un éxito y supuso el nacimiento de todo un género que llega hasta nuestros días. En los diseños de Steinweiss aparecen la contundencia tipográfica, las líneas dinámicas, la composición y los colores propios del cartel moderno europeo, así como el uso del aerógrafo, una técnica muy vinculada a aquella estética. Partidario de la rotulación manual, Steinweiss combina en cada disco letras de diferentes familias, con predominio de las egipcias. Es habitual que los textos aparezcan en perspectiva o acotando de algún modo la ilustración principal. Sus cubiertas son generalmente un comentario sobre el tipo de música asociado con el intérprete en cuestión, o un desarrollo de los conceptos contenidos en el título del disco.
El diseño moderno aplicado al mundo del jazz: cubierta de Alex Steinweiss. Para él, la tipografía era importante.
Junto a Steinweiss, otros dos destacados grafistas de esta primera época fueron: Jim Flora (que trabajó para Columbia, con Steinweiss, y para RCA) y David Stone Martin (empleado por diversos sellos del productor Norman Granz, como Clef o Verve). Las mejores cubiertas de ambos parecen hoy de una gran modernidad porque no aluden a la música o el título del disco, como hacía Alex Steinweiss, sino que tratan de provocar en el espectador sensaciones complementarias y paralelas a las que suscita la música, que puedan enriquecer la escucha. Entre estos dos extremos, la interpretación de contenidos y la provocación de sensaciones, continúa moviéndose en el diseño discográfico. Martin y Flora, desvinculados de la estética moderna, estaban menos interesados que Steinweiss en convertir el texto en protagonista de sus diseños y las tipografías que empleaban solían ser meramente funcionales o decorativas. Martin desarrolló una letra egipcia hecha a mano que luego ha sido muy imitada, pero muchas veces utilizó sencillos tipos de palo seco que contrastaban con el barroquismo de sus ilustraciones.
David Stone Martin fue un maestro del dibujo y de la rotulación manual.
Los trabajos de estos tres pioneros, Steinweiss, Flora y Martin, son «artísticos» en el sentido de que se identifican inmediatamente como obras personales producidas por una misma mano. Pero en 1948 apareció el primer disco microsurco de larga duración, y en 1955 el LP, formatos que propiciaron un enorme desarrollo del mercado discográfico. Esta creciente industrialización acarreó la progresiva adopción de soluciones gráficas más convencionales e impersonales, entre ellas la incorporación de la fotografía como ingrediente principal del diseño de cubiertas, lo que en muchos casos significaba la utilización de un retrato del intérprete.
Etiquetas: diseño tipográfico, jazz, música, vinilo