¡A braillearla! Una forma distinta de «leer» una revista
Autor/a: Samanta Salles
Todos sabemos ya que las revistas son un medio masivo de comunicación, pero lo que no todos saben, probablemente, es acerca de la existencia de revistas para personas con discapacidad visual. Este tipo de público […]
Todos sabemos ya que las revistas son un medio masivo de comunicación, pero lo que no todos saben, probablemente, es acerca de la existencia de revistas para personas con discapacidad visual. Este tipo de público “lee” a través del sistema braille (sistema de lectura y escritura táctil) y del audioparlante.
El sistema braille, creado por Louis Braille, consta de 63 caracteres formado por uno a seis puntos y al ser impresos en relieve en papel permiten la lecura mediante el tacto. A partir de esos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes, y se completa con signos diferenciadores especiales para poder convertir una letra en mayúscula, bastardilla, número o nota musical. Este sistema no es un idioma, sino un alfabeto con 200 años de antigüedad.
Resulta interesante conocer revistas en braille -y libros parlantes- dedicados a la enseñanza inicial, media y universitaria; obras de literatura universal; de interés general; publicaciones científicas y textos infantiles; transcripción de partituras musicales; edición de leyes; facturas de servicios; etc.
La primera revista en braille de Iberoamérica fue “Hacia la luz” en 1927. La primera revista infantil “Burbujas” fue editada en 1968 con distribución en todo el país y América Latina.
En Argentina, las revistas en braille son de distribución gratuita. Algunas de ellas son: “Mundo Relieve”, única revista para chicos y se distribuye por un convenio con Correo Argentino; “Braille Joven” es un proyecto que lleva adelante la Biblioteca Argentina para Ciegos desde el 2005 auspiciado por UNICEF.
Otras revistas ofrecidas por la Editora Nacional Braille son “Correo del Sur” (interés general), “Nosotras ahora” (mujer) y “Braillemos juntos” (infanto-juvenil).
Hablemos del modo de impresión. La impresora braille se diferencia de la de chorro o láser por el mecanismo de impresión. Utiliza percutores, los cuales funcionan como un punzón para poder marcar el papel. Esta impresora realiza dibujos simples, pero con puntos para que el no vidente pueda sentirlos. Imprime braille entre 6 y 8 puntos.
«Imprenta Braille Argentina» y «Blessit» funciona desde 1999 y se dedica a la impresión de menús y cartas. Utiliza papel de 150 gramos y también utiliza Macrotipo, tipografía especial en tinta para personas con disminución visual o personas mayores. Otras imprentas son «Punto Braille», «Tiflonexos» e «Imprenta Braille Informatizada».
Todos los avances tecnológicos para este sistema se apoyan en la tiflotecnología, conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico de los conocimientos tecnológicos aplicados a personas ciegas o con baja visión. También cuenta con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social para que el conocimiento pueda ser accesible a toda la comunidad no vidente.
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