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Autor/a: Marcos Bazterrica
¿Qué hacer frente al peor enemigo de todo diseñador? Un tutorial para que en simples pasos soluciones éste problema [MAC/WIN/LINUX]. No hay que descargar ningún archivo ni keygen. Sólo seguí éste tutorial y estarás bien. […]
¿Qué hacer frente al peor enemigo de todo diseñador? Un tutorial para que en simples pasos soluciones éste problema [MAC/WIN/LINUX].
No hay que descargar ningún archivo ni keygen. Sólo seguí éste tutorial y estarás bien.
Por más que intentes, no vas a poder escaparle. No importa si te recibiste en la primera camada siendo discípulo de «Palito» González Ruiz o si recién escapaste de las garras del CBC. Todos, tarde o temprano, nos topamos con nuestro peor enemigo, en éste caso, enemiga: La hoja en blanco.
No, no estoy hablando de una voluptuosa hoja de 300grs lisa y lista esperando por esos rayos lásers dispuestos a imprimirle nuestra entrega. No. Yo estoy hablando de la hoja en blanco previa a esa hoja en blanco. La primera hoja en blanco. La de nuestra mente. Ojalá fuese tan fácil como invertir el color y que la hoja deje de estar vacía sin ideas. Pero somos seres de otro sistema operativo, somos seres pensantes, o en ésta extrema situación, seres no pensantes.
Ya está. Terminaste lo que estabas haciendo. Terminaste de ver ese capítulo por la computadora porque no podes esperar a que la serie llegue a Argentina. Ya te preparaste el café (Yo prefiero mate). Ya ordenaste. Ya visitaste todas las redes sociales. Ya respondiste por Whatsapp. Ya está, no queda otra, a diseñar*.
Pusiste la música que sabés que te inspira. Hay quienes se dan una segunda o tercera ducha en el mismo día sólo para ver si se les ocurre algo. Te pusiste ropa cómoda. Borraste los archivos de la clase anterior. Listo ya hiciste todo. Bueno, ahora a abrir el programa de Adobe que mejor nos siente.
¿Ya está? ¿Ya se abrió? ¿Y ahora? ¿Qué tamaño tenía que ser? ¿Había que respetar algo? ¿Qué había que hacer? Uy…
Perdoná que te moleste, pero ya cometiste el primer error. ¿Ya estás sentado en la computadora esperando por que algo buenísimo aparezca en tu cerebro y de ahí trasladarlo al programa de turno? Tu solución no está en RGB, por lo menos no todavía. Tu solución está a unos pasos tuyos, asíque como Jesús a Lázaro:
–Levántate y anda.
¿Qué tenés que hacer? ¿Un libro? Andá a la biblioteca -no a esa fabulosa que hizo Clorindo Testa en Recoleta- andá a esa que tiene mezcla de tus libros de diseño, con los que leíste, los que vas a leer y los de cocina de tu madre. Andá donde está la posta. En Pinterest y en Behance vas a ver los mejores libros del mundo hechos por un croata para internet, a unos pasos tuyos vas a ver libros hechos para vos o mejor, unos para tu madre que ella de diseño sólo sabe que a tus entregas le hubiese puesto un 10 y que los profesores no saben nada, ¡hasta las 6 a.m. trabajando! ¿No podés irte a dormir y seguís mañana?. No Ma, ojalá, pero así no funciona.
Pero ¿por qué digo que son mejores esos libros? Por que los usa una persona común y los entiende. Asíque agarralos, hojealos, guardalos en su lugar. ¿Viste alguno que te gusta? Bueno, volvé a mirarlo:
1- ¿Está bueno?.
2- ¿Por qué está bueno? ¿Por qué no?
3- ¿Funciona? ¿Por qué?
4- Anotá las cosas que están buenas. Anotá lo que funciona. Anotá lo que no.
5- Seguí mirando.
6- Empezá éste cuestionario de nuevo.
…
82- ¿Ya tenés suficiente información recopilada? Ahora sí. Andá a sentarte frente al monitor.
(**)
Estuviste un tiempo fuera, ¿No querés volver a ver las redes sociales, responder whatsapp, prepararte un café más caliente que el que no terminaste de tomar o ver otro capítulo? No lo hagas, aunque no lo sepas, en éste momento tenés el carbón que- más tarde y bajo presión, mucha presión- vas a convertir en diamante. Listo. Tenés todas las armas para luchar a esa silenciosa y letal hoja en blanco.
Ya sabés que hay algo que te gusta. Algo que no te gusta. Algo que funciona. Algo que no funciona.
Ya sabés una buena cantidad de margen para dejar. Ya sabés que el Índice centrado está bueno. Sabés que el de guía telefónica llena de puntos funciona. Sabés que romper el eje es difícil pero ¡qué bueno queda cuando está logrado!. Ya sabés un montón de cosas que ya las sabías, sólo que las habías escondido detrás de un capítulo, un café, una red social, un whatsapp. Estamos todo el tiempo frente a información, sólo que a veces elegimos no verla.
En éste precario tutorial (Yo sé que en tiempos de YouTube esperabas a un hindú hablar en inglés), te quise explicar, que, cuando estés totalmente vacío como al artboard que tenés enfrente, nada mágico va pasar si no lo buscás. Te quise decir que no te «entusiasmes con la referencia», te quise decir que observes. Quizás, el relleno de esa hoja, está cerca tuyo pero el monitor te lo está tapando.
(*): O por lo menos hacer el intento.
(**): Ésta tarea puede realizarse con cualquier elemento. En vez de libros vea afiches. Vea videos. Vea revistas. Pero por sobre todo: Vea.
Adobe CC, Cosgaya, Hoja en blanco, libro, Tutorial