La forma sigue al contenido o cómo pensar un libro sobre periódicos
Autor/a: Maite García Mendive
Todo en una pieza de diseño comunica. En el caso de un libro, el formato, la encuadernación, el papel, la tipografía, la puesta en página y los colores, entre otras cosas, se eligen en función del contenido de la pieza.
Este es un breve análisis de un libro suizo sobre la historia del Periódico de Basilea, y de cómo las decisiones de diseño se tomaron en función de lo que se quiso comunicar.
Hace algunos días, buscando material sobre la prensa o el periódico en una biblioteca, me llamó la atención una caja con libros a la venta, en una esquina. Me acerqué y vi un libro que me pareció, en principio, atractivo. Lo hojeé y decidí comprarlo. Se trata de una edición sobre la historia del Basler Zeitung, o Periódico de Basilea, escrita por Walter Rüegg (compilador) y publicada por Christoph Merian Verlag, con ayuda de la Municipalidad de Basilea. El tema en sí no me interesaba demasiado, pero sí la forma en que estaba editado y diseñado el libro.
En primer lugar, podemos hablar sobre la encuadernación, que es de tapa blanda, probablemente para imitar la flexibilidad del periódico, y que está cosida con hilo rojo a la manera tradicional para libros comerciales (varios cuadernillos de una cierta cantidad de hojas cosidos entre sí y unidos al lomo por medio de guardas). Tiene una particularidad, sin embargo, que es el hecho de no estar pegados los cuadernillos al lomo, como suele suceder en una publicación de tapa blanda. Sumado a eso, el primer cuadernillo está unido a la tapa por medio de la guarda pero no está unido al resto de libro, por lo que se puede ver el resto de los cuadernillos cosidos, y la trama que genera el hilo y la que generan las hojas impresas. Es interesante la propuesta de mostrar la factura del libro, y quizás la intención fuera mostrar el cuadernillo, ya que así es el lomo en los periódicos: varias hojas puestas una encima de la otra y dobladas al medio.
También es una decisión que comunica mucho el hecho de que las hojas no estén refiladas con guillotina, como sucede comúnmente, sino cortadas con una sierra. El fin de esto es generar bordes irregulares, tal como tienen los diarios.
En cuanto al soporte, para las cubiertas y el lomo del libro se escogió una cartulina gris de aproximadamente 300 g/m2, que se asemeja al gris del papel prensa. Para el interior se usaron dos tipos de papel distintos: la primera parte, que es un relato de la historia de los periódicos en la ciudad de Basilea desde 1842 hasta 2012, está impresa sobre el papel Munken Print White de 90 g/m2; y la segunda parte, una serie de artículos de opinión escritos por gente relacionada al Periódico de Basilea, sobre Noblesse White de 135 g/m2. El primero es un papel no encapado de color blanco, rugoso como el papel prensa, pero que permite una mejor calidad de impresión y una mejor fidelidad. Esto es necesario al tratarse de una edición que tiene un tiempo de lectura mayor y que debe tener una vida útil más prolongada, ya que un libro no es algo que se descarta porque la información allí contenida no tiene fecha de vencimiento. El segundo es un papel encapado, que brinda calidad de impresión, pero sobre todo contrasta con el otro papel utilizado, por su brillo y porque la superficie es lisa. Esto ayuda a delimitar los dos momentos del libro.
En relación a las tintas y los colores, se decidió trabajar con una paleta restringida: negro, rojo y un gris cálido. Esto le otorga una identidad más definida al libro y lo acerca a la monocromía de los periódicos de antaño.
Las tipografías utilizadas son dos: Publico, diseñada por Ross Milne, Christian Schwartz y Paul Barnes en el 2010; y Graphik, diseñada por Christian Schwartz en el 2009; ambas de la fundidora Commercial Type. Publico fue diseñada específicamente para periódicos. Es estrecha, lo que la hace tener un buen rendimiento, pero no llega a ser condensada, con lo cual no compromete la fluidez de la lectura. Tiene curvas ligeramente cuadradas y una altura de x alta en relación a la altura de mayúsculas, lo que la hace adecuada para publicaciones periódicas (de lectura rápida). Es una tipografía de contraste medio a bajo, pero la modulación de los trazos y la terminación lagrimal de la «a» le otorgan cierta elegancia. Se decidió combinarla con una tipografía sans serif grotesca, distinta en estructura a Publico, ya que esta última se inscribe en un rectángulo, mientras que Graphik es bastante geométrica. En cuanto al trazo, el hecho de que Publico tenga trazo de bajo contraste la asemeja más a la sans serif, que tiene un trazo no graduado.
La serif se utilizó para títulos (nombres de capítulos), cornisa (ubicada al pie de la página, en este caso) y texto. La sans serif se utilizó para subtítulos (nombres de partes dentro de cada capítulo), foliado y esquemas ilustrativos (infografías, mapas conceptuales, etc.).
Otro recurso a destacar es el tratamiento que se le hizo a las imágenes . Con el fin de emular las lineaturas abiertas utilizadas en la impresión de periódicos (por lo general de 100 lpi), se decidió tramar las imágenes digitalmente con un software de edición de imágenes (es decir, no las tramó el RIP de la impresora, sino el diseñador) , utilizando lineaturas que van desde las 27 a las 60 líneas por pulgada. El resto del libro está impreso con una lineatura mayor, por motivos de fidelidad. Hay imágenes que no están tramadas deliberada y exageradamente, son aquellas de la segunda parte del libro, y se debe a que son retratos de los autores de los artículos y están impresas sobre el papel encapado, que no emula el código del diario.
Se podrían analizar muchos más recursos, pero creo que por ahora con esto es suficiente para entender los motivos detrás de las decisiones que se tomaron al realizar esta publicación, y como estas elecciones ayudan a crear el sistema-libro. Una última observación: los bloques de texto parecen ser un poco anchos, entran aproximadamente 14 palabras por línea. No creo que hubiera sido una buena decisión la de hacer la publicación en dos columnas por página para que se asemeje más a un diario, porque, como dijimos, el libro tiene otra extensión, otro tipo de contenido y otro tiempo de lectura. Probablemente las dos columnas hubieran agotado rápidamente al lector. Pero podrían haber hecho más estrecha la única columna aumentando los márgenes laterales (con la consiguiente modificación de los otros dos márgenes para compensar) o cambiando el formato del libro, que no parece responder a otro motivo que no sea el del aprovechamiento del pliego.
Otras imágenes del libro:
Única decisión, además del ancho de columna, que encontré poco certera: el epígrafe rojo sobre el fondo negro de la imagen genera una situación de bajo contraste que dificulta la legibilidad.
basilea, ediciones, graphik, libro, lineatura, periódico, público, suiza