Sistemas que no son sistema
Autor/a: Lucila Gareis
¿Qué define a un sistema? ¿Sus variables y constantes? ¿Qué pasa cuando es muy abierto o muy cerrado? Pero mas importante aun: ¿Qué hace que sea ese sistema y ningún otro mas?
Buscando por la web hay infinidad de imágenes corporativas, ideas de branding, afiches y demás fotos estéticamente cuidadas que nos hacen suspirar a los diseñadores. Pero fuera del suspiro inicial, sucede que cuando empezamos a ver mucha información, aquello que nos pareció tan original en un principio, se vuelve muy parecido a otras cosas.
Sospecho que esto pasa en cierta forma por culpa de «lo que esta de moda» y por lo tanto, a pedido del cliente, o por criterio del diseñador, muchos terminan cayendo en lo mismo. Es por eso, que como diseñadores debemos investigar, crear y desarrollar reglas propias para poder crear un sistema que sea solamente nuestro. Debemos pensar en los ojos del observador no experimentado, que tal vez vea las piezas en la calle, rápidamente, y no puede detenerse a mirar los detalles. Es por eso que cada pieza debe ser única y contar con un sistema tan propio que nos haga pensar en ello y nada mas.
Les dejo unos ejemplos de piezas que no parte de un mismo sistema, pero tranquilamente podrían serlo ya que comparten muchas características que a simple vista.
Hay recursos que se repiten, algunos de manera mas evidente que otros y esto hay que tenerlo en cuenta, ya que el ojo no entrenado, puede confundir fácilmente aquellas cosas que cuestan observar. Hay que recordar también que los diseñadores no solo diseñamos para otros diseñadores, sino para gente común, gente que no reconoce a simple vista si es helvética o arial. Si un recurso es muy llamativo y aplasta a los otros, puede ser lo suficientemente pregnante como para hacer confundir al espectador de la pieza y asociarla directamente a algo que no pretendíamos. Al crear un sistema hay que pensar en todos los detalles. Todos aquellas cosas que lo hacen propio y le permiten diferenciarse de los demás.