Hay varias maneras de encuadernar libros, ya sean hojas sueltas que queremos transformar en un libro, o un libro ya existente deteriorado que queremos restaurar. A la hora de hacer esto es necesario seguir determinados pasos para que la encuadernación quede prolija, fija y para evitar que a largo plazo corra el riesgo de despegarse o romperse.
Las dos maneras más comunes y funcionales para hacerlo de manera casera son el libro cosido y el pegado.
- Encuadernado con aguja e hilo
Este tipo de encuadernado sirve mejor para libros de no mucho espesor, es decir, que no tengan una gran cantidad de hojas. Y le da un terminado más artesanal y casero al libro.
Lo primero que necesitamos es tener todas las hojas que vamos a utilizar bien ordenadas, preferentemente de un papel que no sea menor a 70 de gramaje para evitar que se rompa con facilidad. Luego, para facilitarnos el trabajo se pueden crear signaturas (grupos de no más de 10 páginas que se pliegan juntas) y juntarlas con las partes donde se plegaron todas para el mismo lado una encima de la otra según el orden de nuestras hojas.
Cuando estén todas las signaturas hay que agarrar cada una por separado y abrirlas de forma que puedas ver el pliegue central del grupo de papeles. Con un punzón o algo afilado hay que realizar agujeros a lo largo del costado. La distancia entre cada agujero es a elección de cada uno, pero intentando que haya mínimo 3 agujeros por signatura. Esto agregará más resistencia al encuadernado
Cuando ya esté cada una cosida por separado es momento de juntarlas para coserlas todas con hilo grueso y una aguja curva. Se comienza cosiendo dos signaturas primero y luego hay que ir añadiendo las demás. Cuando estén todas cosidas es importante realizar un nudo resistente de dos o tres repeticiones.
- Primero se pasa el hilo a través del agujero superior, hay que hacerlo desde el lado de adentro hacia el agujero central y luego insertarlo en el segundo agujero de la segunda signatura.
- Con el hilo que quedó del segundo agujero, del interior de la segunda signatura, hay que insertarlo en el tercer agujero; y pasar el hilo de manera que quede en el lado externo del tercer agujero de la segunda signatura.
- Agregá más signaturas tomando el hilo del tercer agujero de la segunda signatura y pasándolo por el tercer agujero de la tercer signatura. Utiliza el mismo proceso para coser el lomo de la tercera signatura.
- Cuando termines de añadir las signaturas, ata el extremo del hilo de la costura con el extremo de la cola del primer nudo y corta lo que sobre.
Por último, hay que poner el libro entre dos bloques de madera, ladrillos, libros pesados, etc para que se mantenga firme y presionado, y ahí se puede aplicar un poco de cola vinílica para que quede mucho más resistente.
2. Encuadernado con prensa y cola vinílica.
Esta técnica sirve para encuadernar en tapa blando o semirígida todo tipo de hojas sueltas. Se necesitan varias herramientas básicas, pero que se pueden reemplazar por cosas que hay en la casa.
La herramienta más importante es la prensa, que puede ser generada con tres tablas de cualquier madera de espesor considerable, una para la base, otra atornillada a la base y otra que será móvil con unos tornillos y tuercas para medir el espacio que hay entre ellas. El objetivo de este utensilio es el de mantener firme, rígido y presionado el bloc de hojas mientras se encuaderna. (Si no se cuenta con esta herramienta, fabricarla no es difícil ni demasiado costoso, pero igualmente se puede hacer con dos bloques pesados de cualquier material y el resultado será el mismo, aunque el proceso puede que sea más incómodo por la imposibilidad de mantener el libro de forma vertical)
El primer paso es Encolar las hojas: juntamos y apilamos las hojas alineándolas a la parte opuesta al lomo. Luego las ponemos en la prensa con el lomo hacia arriba. Con un cuchillo con serrucho, damos cortes en el lomo de 1mm de profundidad cada 1cm de manera oblicua. Esto sirve para que penetre la cola y las hojas se agarren un poco más.
Luego encolamos todo el lomo con una capa espesa de pegamento (emparejando con los dedos de ser necesario), y dejamos hasta que quede seco al tacto. Volvemos a encolar la misma superficie. Generalmente con 2 a 3 veces es suficiente (depende de la prolijidad del lomo). El encolado una vez seco al tacto tiene que cubrir bien todos los cantos de las hojas. Después damos vuelta el block de hojas dejando el lomo prensado entre las dos maderas, esto es para que las maderas hagan peso sobre el libro y se asiente bien la cola vinílica.
Es muy importante no abrir el libro durante esta etapa del proceso.
Cuando ya esté completamente seco y firme, volvemos a dar vuelta el bloque para que sobresalga el lomo de la prensa y aplicamos una buena capa de silicona líquida caliente o fría en todo el lomo (es recomendable hacerlo 2 veces). Hay que dejar endurecer bien y luego quitar los sobrantes de los costados con un cutter o cuchillo. De esta manera al abrir el libro las hojas acompañaran la curvatura del dorso, el cual quedara elástico pero resistente.
El último paso es el colocado de la tapa. Esta puede ser de soporte rígido, pero el lomo debe ser más maleable, de un material semirígido que se doble sin romperse.
Hay que cortar el material que usaremos para la tapa a medida, teniendo en cuenta de dejar mínimo 5 cm para la solapa, esto hará la tapa más resistente (opcional). El resto es el alto de la hoja mas el ancho del bloc. Una vez cortada y presentada la tapa, le ponemos abundante cola donde va el dorso.
Y eso sería todo, este método de encuadernación soporta tranquilamente 3 centímetros de lomo y es muy útil cuando queremos encuadernar hojas sueltas o realizar nuestro propio libro.
Este es el resultado: