ESE NEGRO QUERIDO

A través de la nostalgia de mi papá, por aquella época donde la música se escuchaba en esos grandes platos redondos de plásticos de color negro, quise hacer una breve reflexión. Él asegura que los vinilos encerraban los verdaderos sonidos que tenían las grandes bandas y cantantes solistas de aquellos tiempos.

Su primera experiencia fue cuando en su hogar aparecieron por primera vez los vinilos long play de tango, folklore y de Frank Sinatra, desde ahí comenzó su interés y ser un gran aficionado por ellos. En la época de los 60, cuando estallaron los Beatles en EE.UU, en la Argentina los vinilos tardaban en llegar unos 6 a 9 meses. La espera era ansiosa, ademas por el genero musical, también por la novedad del movimiento cultural que se estaba viviendo.

Recuerda que iba a la disquería de su antiguo barrio de Almagro, el vendedor tenía un viejo Winco (una de las marcas preferidas en tocadiscos por la gente) que pasaba música, una forma atractiva para atraer al público.

Sábado de por medio se compraba un vinilo con ayuda de mi abuelo, hasta llegar a tener una colección propia de LP y simples privilegiados.

Como todo fan al igual que el gran coleccionista Paul Mawhinney, llegó a tener en su momento 75 LP y 300 simples de todo estilo musical, incluyendo nuestra música nacional. Hoy en la actualidad sólo le quedaron presentes 35 LP y 50 simples.

Destaca que la mejor portada diseñada para un LP que le marcó de por vida fue Sgt Pepper’s de los Beatles. Recuerda los distintos personajes que los rodeaban a los cuatros genios de Liverpool, como por ejemplo: Marlon Brandon, los humoristas “El gordo y el flaco”,  el primer tarzán de las primeras películas entre otros celebres.

Lo más curioso que los mismos temas que ahora se escuchan en CD, no presentan lo mismo que se sentía en un LP, éstos tienen un romance distinto de aquellas épocas tan añoradas. Aunque era molesto llevarlos a una casa para un asalto, no se contaba con la comodidad que hoy en día tiene un CD.

Él tiene el privilegio de escuchar a los vinilos en una bandeja,  asegura que puede comprobar que tienen una frescura en la grabación, que hoy en día no existen debido a la tecnología que “limpia” esos matices.

Compara que en aquella época de los 60 / 70 se cerraban los ojos y pareciera que tenía el contacto con el artista, cosa que con el CD se pierde la fantasía. Cien mil veces elije el vinilo debido a la nostalgia de manejarlo manualmente: llevar el brazo de la bandeja a la mejor canción o darlo vuelta…todo era más laborioso, pero era parte del juego en su soledad del cuarto de adolescente que una vez tuvo mi papá…hoy el CD tiene la comodidad del control remoto para pasar a la canción deseada y sin la necesidad de dar vuelta un compac…pero como él dice…el “trabajo de los artistas” del vinilo no tiene precio.

A mi entender, mi papá como otros de su generación, están convencidos que el vinilo es el material más adecuado que encierra la magia de los verdaderos sonidos musicales.