Franco DopazoAl hablar de la relación del diseño y los vinilos, se nos abre un mundo enorme de los tópicos que pueden surgir y relacionarse. Pero cuándo se habla del vinilo, no es correcto suponer sólo en la perspectiva del vinilo como álbum, sino también, como dije antes, hay mucho más detrás del vinilo, por eso hoy decido hablar sobre los sellos discográficos.
Los sellos discográficos, actualmente, tienen una gran relevancia en el desarrollo gráfico en el arte de disco en las bandas. ¿Pero por qué se da esto? Esto nace de la necesidad del sello en lograr una identidad gráfica que sea concordante con la identificatoria musical de las bandas que representan para obtener una unidad gráfica para que se estreche la identidad musical del sello con los usuarios, a partir de su gráfica.
Pero antes de todo eso, la discográfica necesita desarrollar una identidad a partir de su marca gráfica, la cuál no sólo sirve para que sea reconocible para el usuario, sino también para las bandas, ya sean emergentes o establecidas.
Esto es de vital importancia porque por ejemplo, para una banda de jazz tratará de que lo contrate un sello discográfico como Blue Note, que ha consolidado su identidad sobre este género musical, pero también para el usuario que al reconocer el sello, a partir de su imagotipo, sabrá que esperar de ese álbum aunque no conozca los intérpretes.
Ejemplos de sellos como Blue Note hay muchos, podemos verlo en Chapter Music, uno de los sellos musicales australianos más fuertes de las últimas dos décadas, que siempre se ha enfocado en la música literaria y narrativa; o el sello RIP Society, que apareció en la escena musical DIY (Do it yourself o hágalo usted mismo en español) que en su logo representa el espíritu perdedor del sello y su diverso rango de publicaciones que incluyen a Royal Headache, Holy Balm, y Boomgates. Otro ejemplo de esto, es el de Pinhead Records, que toma su nombre de una canción de The Ramones, y lo justifica con su cartera de artistas punk’s y en la imagen trash de su sello.
