Cinthia RamirezEn los últimos años solo se puede escuchar “El papel va a morir” lo cual en la actualidad no se a logrado, aunque muchas revistas cerraron, hay muchas que se vieron nacer, otras reconocidas se han reinventado como ‘New Musical Express’ o ‘Newsweek’ generando optimismo a los amantes y seguidores de la prensa músico-cultural.
Se puede ver que todavía hay gente con ánimo para lanzar un producto exigente – con opinión, texto, criterio y riesgo, además de diversión– en tiempos de no saber cuanto pueda ofrecer una revista. Aunque en muchas ocasiones escuchamos la pregunta “¿y para qué sirve una revista cuando la gente ya puede escuchar todo al mismo tiempo que los periodistas?”. Es una pregunta que molesta un poco a quienes todavía nos sentimos ligados al papel (Como con los vinilos, que antes eran viejos y hoy son artículos de gran adquisición) y creemos sinceramente que pueden ser algo más que una guía de recomendaciones.
Cuando internet solo era un proyecto a futuro, la revista nos mostraba lugares, nos acercaba a personajes amados y nos dejaba soñar despiertos sobre hechos que buscábamos ser parte. Toda esta montaña rusa de sentimientos lo generaba un papel, para algunos mas que un papel común y corriente. El quiosco era un templo; la salida a la venta de ejemplares de músicos o personajes favoritos simplemente aceleraban el pulso. Para tantos, entre los que me incluyo, esa pasión por las revistas de papel cuidadas, como trofeos de guerra, todavía no se ha puesto al nivel de ningun dispositivo que pueda generar tantos sentimientos al tener una pieza de edición limitada o simplemente el aroma de papel nuevo.
¿Qué hay de malo en pararse, de forma semanal o mensual, en un puesto de diarios y respirar un poco, reflexionar, leer con tranquilidad? Nada solo tenemos que llevarlo a cabo y seguir experimentando el tener una revista en las manos.
