¿Por dónde empezar?

¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Un sistema es un todo organizado que está compuesto por partes que se relacionan entre sí, con constantes y variables, donde cada una de ellas cumple una función determinada. De manera tal que un cambio en una de las partes afecta al conjunto de todo el sistema. Para poder diseñar un sistema es necesario conocer cada uno de los elementos que intervienen en éste y las relaciones que existen entre ellos.

Al leer la ficha del ejercicio nos encontramos con un primer paso para poder empezar a pensar un sistema gráfico. Comenzamos por el qué, el cuándo, dónde, su identidad.
En un principio, se suele plantear el problema, pensamos qué tema vamos a abarcar, qué queremos transmitir, qué objetivo queremos lograr. Luego, pensamos cómo lo vamos a transmitir, mediante qué recursos y por último, para quiénes va dirigido, y en este caso que es un evento social, dónde y cuándo va a transcurrir. Bruno Munari en su libro “Cómo nacen los objetos nos da un ejemplo sobre esto:

” Supongamos que el problema consista en proyectar una lámpara, habrá que definir si se trata de una lámpara de sobremesa o de aplique, de estudio o de trabajo, para una sala o para un dormitorio. Si esta lámpara tendrá que ser de incandescencia o fluorescente o de luz diurna o de otra cosa. Si tiene que tener un precio limite, si va a ser distribuida en los grandes almacenes, si deberá ser desmontable o plegable, si deberá llevar un termostato para regular la intensidad luminosa, y cosas por el estilo.”

La lámpara es nuestro evento social, hay que pensar qué tipo de evento es, para quién va dirigido, en que contexto ocurrirá, cómo será.

La idea de identidad está formada por aquellas características que definen lo que queremos contar, al mismo tiempo las hacen singulares. Cada cosa esta dotada de factores que le son propios y gracias a los cuales las distinguimos y somos capaces de almacenarlas en la memoria. Hay que lograr que la misma sea reconocible, que tenga pregnancia a través de los elementos que la componen. En este caso, los recursos gráficos, las combinaciones tipográficas, si es que la hay, la manera en que organizamos la información, las misceláneas, la paleta cromática, cómo planteamos la tipografía. Un elemento que es parte de la identidad, es el logotipo. Es la imagen alrededor de la cual se va a generar todo un sistema de asociaciones mentales relacionadas con la entidad. El logotipo está compuesto por dos elementos, la forma verbal y la forma visual. Será algo propio que la caracterizará y ayudará a establecer su reconocimiento en la mente de las personas. Los logotipos deben ser visibles y reconocibles. Es un signo representativo cuya sola visualización debe ser suficiente para la identificación inmediata de la entidad. Debe ser fácilmente memorizable y capaz de ser diferenciado rápidamente.

Debemos hacer todo el relevamiento posible para así tener información para poder organizar y editar. Así, podremos empezar a pensar las diferentes piezas, que con sus variantes y constantes, conformarán un sistema.

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Fuentes consultadas:

“Cómo nacen los objetos” – Bruno Munari 
“Diseño e identidad visual” – Eugenio Vega