Hacer esta entrada me tenía un poco inquieto, sobre todo porque debía hablar sobre los libros, y mas sabiendo que ya en otros años mis compañeros hicieron entradas muy interesantes y seguramente este año ibamos a caer en lugares comunes. Yo no quería hacer un texto que se lea y ya, sino que sea también un texto que te haga pensar un poco y en donde por qué no, se conozcan cosas nuevas.
En esa búsqueda de relacionar lo que quería transmitir con los libros, me pregunté que pasaba con esos pequeños bichitos llamados tipos móviles que fueron fundamentales para hacer masivos los libros, pero sobre todo me inquietaba saber si ya estaban en el olvido o si había para ellos también una renovación, y ahí encontré a Prensa la Libertad.
En este pequeño espacio quiero compartir entonces una entrevista que le hice a Federico Cimatti donde habla un poco de su proyecto. Esta pequeña charla me parece muy interesante porque no quería encararla desde la parte mas técnica que “conocemos de memoria”, sino que en ella quería mostrar a la persona detrás de este proyecto, que piensa, que quiere y qué lo moviliza. Mas allá de lo estético Prensa La Libertad me dí cuenta que tiene un corazón, y este corazón no busca simplemente un reconocimiento, plantea también una postura que nos hace pensar algunas cosas.
Sin mas preambulos acá la entrevista, espero sea de su agrado, pero sobre todo me interesa que conozcan un poco mas de estos procesos “invisibles” que se dan, y que sirven para reflexionar con lo que hacen.
¿Qué es Prensa La Libertad?
Prensa la libertad surgió hace 8 años, es un proyecto tipográfico. Si bien para mi trabajar con tipografía hace que el proyecto sea, es una investigación sobre la palabra, para mi trabajar con la palabra es trabajar con tipografía y trabajar con tipografía es trabajar con la palabra, hay una relación que es imposible separarla, hay una relación que se vuelve una investigación en realidad. También es una investigación técnica, porque hay que entender cómo funcionan las máquinas, hay que entender el sistema para después también hacer lo que uno quiere, bueno, implica un tiempo.
¿Siempre pensaste el proyecto así, o fue mutando con el tiempo?
En realidad surgió desde un punto de vista, yo inicié relacionándolo con algunas intervenciones que venía haciendo en la calle, venía haciendo algunas piezas que tenían unas preguntas y un espacio punteado para responder, así la gente lo podía completar, entonces nació como algo que tiene mucho que ver con la acción, ahora lo que más estoy haciendo en la calle son proyecciones, porque me pareció interesante el exceder los formatos, que escapen a la impresión y de pronto empezar a componer con tipos móviles de un modo analógico, digitalizar esto y luego usar un proyector de diapositivas – que produce un nivel de desgaste que me gusta – para proyectar el resultado. Igualmente hoy es eso, pero mañana podría ser otra técnica, osea, no es que estoy atado a la impresión tipográfica, hago esto, pero de pronto mañana si surge otra técnica que responsa a ciertas necesidades que yo quiero de comunicación, o lo que sea, la voy a hacer.
¿Estás en constante investigación entonces?
Si, totalmente, ahí hay como una búsqueda en donde se empieza a ver que la gráfica, el sonido, las visuales, son parte de un todo, el proyecto empieza entonces a tener otras patas como las proyecciones que exceden el imprimir, porque uno prende el proyector, pasa algo en una pared, pero se apaga y dejó de estar.
¿Antes de hacer algo más relacionado al afiche, hiciste composiciones más cercanas a los libros, o algo similar?
La composición de cajas es un trabajo que es bastante arduo, porque si bien la composición de cajas se hizo durante muchísimos años y siglos, luego vino la linotipia y fué una revolución en ese sentido, en el proyecto compongo cajas de texto, es un desafío que es bastante interesante, de hecho estoy ahora en el proceso de hacer una publicación que use más esto. Hasta ahora en este sentido hice un fanzine pero como es mucho más gráfico tenía quizás sólo una caja compuesta, pero bueno, de a poco se van buscando nuevos desafíos, porque cuando componés una caja ya luego querés armar una doble página y así.
¿Osea que desde los inicios del proyecto nunca pensaste en dar a las máquinas el uso habitual que se les daba?
En realidad tenía otros intereses, me interesa reproducir texto para lectura, pero no se si estamparía un libro con cajas compuestas todas justificadas y con todo el cálculo, me interesa pensar qué más se puede hacer con esto, algo que por ahí me represente.
¿Quisiste plantear entonces una ruptura con lo más técnico?
No se si es una ruptura, es más bien explorar las posibilidades, hay algunas otras técnicas que tienen que ver hasta con otros mundos que uno las puede empezar a usar y estampar, que tienen que ver quizás con cuestiones más digitales, entonces ahí se interactúa con lo digital pero con una manufactura analógica, me gusta conocer los límites para ver las posibilidades.
Si bien tus piezas son pregnantes y atractivas visualmente ¿Qué papel juega el mensaje? ¿Qué buscas generar en el receptor?.
No me interesa comunicar un mensaje, pero sí generar una pregunta, yo creo que con eso ya está, comunicacionalmente ya cumple, si tengo un objetivo sería el generar una pregunta, por ejemplo tengo afiches con 3 palabras y afiches que tienen un nivel de redacción que es bastante complejo, más rebuscado, son como dos estrategias que me gustan usar, es la confusión y la claridad, son 2 extremos, sólo 3 palabras o una redacción que te envuelve como en un hilo.
Ya que decís que te gusta generar preguntas, ¿Cuál consideras que debe ser el rol del diseñador en la sociedad?
Yo ya puedo afirmar en que no creo en el diseñador como alguien que da respuestas universales, para mi eso ya no existe, para mi existe el hecho de uno interactuar con su comunidad más cercana, como entender lo macro que sucede, no se…. ¿Que pasa en tu barrio?, seguro que hay cosas que uno puede intervenir o interferir, aunque intervenir es un término que ahora estoy poniendo un poco en cuestionamiento. Yo ya no creo en el hecho de que el diseñador venga a traer una solución, menos en lo que yo hago que puede no ser tan cercano a la formación de un diseñador gráfico, porque trabajo en un ambiente que tiene que ver más con el Arte donde los parámetros de comunicación van por otra vía. Sin embargo, para mí no se puede separar a quién hace producción visual con algo que tenga que ver con activismo, activismo político pero no partidario, hay implicancias políticas de la profesión que tienen que ver con representatividad, con la identidad, igual construir una identidad como diseñadores y como colectivo de diseñadores de Argentina en este contexto es muy complicado, pero se puede abrir una vía muy interesante cuando se tratan de construir círculos de representatividad.
¿Cuál es tu relación con la Educación Pública y en la coyuntura actual por qué es importante?
Yo estudié en la Universidad Pública, no terminé la carrera porque sentí que mis intereses iban por otro lado, como que quería cruzarlo con otros carriles, quería ver qué pasaba si me relacionaba o si empezaba a formarme en un mundo más artístico. La Universidad Pública representa mucho, sobre todo porque acá en Argentina se habla mucho sobre la falta de posibilidades, pero atrás de la falta de posibilidades en realidad está la no realización personal, por eso para mi la etapa colectiva más intensa es poder compartir como realizaciones y la Universidad Pública te da muchísimo en este sentido.
Hay personas que por ejemplo pagan por dar clase, yo lo hice durante 2 años, conozco bien cómo es la experiencia y ese compartir ideas y construcciones es para mí la etapa colectiva más potente, de pronto también surjen proyectos autogestivos que puedan saltar de la facultad a la práctica real, en donde se interactúa con la comunidad.
Recortar entonces la educación Pública tiene en realidad que ver con un modo de recortar realizaciones, que también es un modo de control, porque un pueblo que puede pensar su realización desde lo personal, desde lo colectivo, es también un pueblo que conoce muy bien su identidad, porque tiene una idea, múltiples ideas de país, ideas propias que lo representan, ideas que no son impuestas.
¿Hacia a dónde apunta Prensa la Libertad ahora?
Con este proyecto, yo siento siempre que estoy empezando y me encanta que así sea, porque cuando empecé no lo puse ninguna expectativa y hoy en día es mi trabajo, mi modo de vivir, ya no lo puedo separar de mi vida. Por ejemplo acabo de llegar hace 1 mes de una experiencia que fue seguro tan importante como el día en que empecé a imprimir, fue un viaje a Italia que lo tenía pautado desde el año pasado en el que buscaba tomar cierta distancia, entender algunas cosas, entender también hacia dónde va mi proyecto, hacia dónde lo quiero llevar en realidad, y volví entendiendo la importancia de la realización, llegas acá a un contexto que es muy complejo, pero bueno, volví con las ganas de querer realizarme en Argentina y no en otro lugar. En este viaje buscaba también tomar un poco de aire, porque trabajar de un modo independiente no es nada fácil, es un camino inflamable en el que uno se topa con mil trabas y necesitaba tomar un poco de aire nada más, pero la verdad fue un modo de corroborar que Prensa la Libertad puede ser en este contexto y no en otro. Viajar me pareció una experiencia impresionante, fueron 3 meses increíbles trabajando afuera, pero siento que mi proyecto puede funcionar sólo acá, con el nivel de insatisfacción que existe en Buenos Aires y en Argentina, eso entonces es un gran motor del mismo, lo fue en el primer momento cuando no conseguía trabajo en estudios, yo iba y presentaba currículos y no quedaba porque no respondía al perfil que buscaban, volver y entender eso para mi fue algo muy clarificador. Es complejo realizarse en Argentina, pero es el lugar donde yo quiero hacerlo.
¿Decís entonces que por las lógicas del contexto Latinoamericano surgen proyectos como el tuyo?
No se, cada contexto tiene lo suyo, acá por lo menos me parece que uno tiene que ver dónde puede desarrollarse, entonces tiene que investigar, implica de entrada que uno se tiene que involucrar 100%, si no lo haces no es posible que surja un buen proyecto sin esta dedicación. Por ejemplo yo veía las imprentas en Italia y allí las imprentas tenían ciertas figuras legales interesantes, como asociación cultural, donde tienen apoyo desde el gobierno sin ningún nivel de influencia, por eso el taller donde yo fui a trabajar era muy libre en lo que podía comunicar a pesar de tener el apoyo del Gobierno.
¿Algo más para agregar?
Ahora voy a iniciar una campaña para poder mudar el taller, porque quiero abrirlo para que sea un proyecto cultural, un espacio cultural donde se puedan hacer cosas, Prensa la Libertad fue pensado desde el origen así, que no sea sólo una imprenta donde alguien viene, encarga algo y cuando está listo lo pasa a buscar, sino que sea un lugar donde la gente pueda venir, tener su biblioteca, un lugar abierto a la producción de cultura que acá es un modo de resistencia interesante, un lugar donde se pueda producir cultura independiente y autogestiva.
Acá finaliza mi entrevista realizada en el día en el cuál Prensa La Libertad celebra 8 años de labor, si bien tengo mil imágenes del lugar, todas se quedan cortas para describir las cosas que sentí en este pequeño espacio, me queda simplemente invitarlos a que lo visiten, hablen con Federico y otras personas que hacen cosas que considero tienen un concepto y eso para nosotros los diseñadores debe ser fundamental, Federico con sus palabras me hizo acordar por ejemplo a esos diseñadores modernos que se implicaban en el cambio social y buscaban con su oficio construir un mundo mejor.
Por ahora me despido porque el tiempo apremia, no hice aún la entrega y los crueles docentes te hacen hacer estas cosas en la semana de entrega para que desapruebes. Igualmente disfruté mucho la charla y el lugar.
Por último les dejo entonces un vínculo con el catálogo de Prensa La Libertad para que miren sus interesantes trabajos, espero les haya gustado la entrevista y como dice Federico ¡Salve!.
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“El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma.” – Bertold Brecht