A través del tiempo, el color ha jugado un papel importante como valor agregado en los discos, hoy por hoy versiones a color se venden más caras que sus contrapartes en negro y son buscadas por coleccionistas, a pesar de que no parece haber ningún beneficio en el sonido, sino todo lo contrario.
La opinión de la mayoría de los expertos es que los discos de vinilo negro suenan mejor que los de color. Teniendo peor fama los metalizados, los blancos y los picture disc, que pueden llegar a tener la mitad de calidad que un vinilo negro puro.
Curiosamente el disco de vinilo de mayor pureza química es el transparente, ya que su composición es del 100 por 100 de policloruro de vinilo, compuesto del que están mayormente hechos los discos, que es incoloro. El color negro se debe a que la industria ha estandarizado una serie de compuestos; polímeros como la goma laca y el carbón, que al mezclarse con el vinilo le otorgan mayor durabilidad, el famoso tinte negro y propiedades para mejorar su reproducción.
Sin embargo, que el vinilo sea negro no quiere decir que tenga pureza química, hay muchos otros factores que reducen la calidad. Por ejemplo, muchos vinilos negros de finales de los ’70 son de una calidad inferior a los fabricados hoy en día. Esto se debió a la crisis petrolífera de 1979 que obligó a muchas de las fábricas a utilizar plástico reciclado para su fabricación.
Los primeros ejemplos de vinilos a color datan de 1908, con la llegada de los cilindros Blue Amberol de la compañía Edison. Estos cilindros, que duraban más y reproducían más tiempo que sus versiones anteriores, usaban celuloide teñida de azul para resaltarlos en el mercado.
En los siguientes años la historia se repite, las firmas presentaban vinilos de colores para distinguirse, como una jugada de marketing. En un principio cuando los discos eran solo recubiertos en papel y no tenían portadas como sucedió en años posteriores, si un comprador buscaba en una pila de discos y notaba que algunos eran vinilos coloreados, había más posibilidades de que lo compre, sólo por el hecho de que era un poco inusual.
Algunos ejemplos son el de Morrison Records en los años 30’s, que se destacó por utilizar vinilos multicolores, que en la forma en que eran mezclados no habían dos iguales y a pesar de que la marca era pequeña y no tenían artistas reconocidos, sus discos son coleccionables hoy por hoy por su inusual apariencia. También podemos mencionar a Liberty Records, que en los ’60s para celebrar la introducción de vinilos Stereo a su catálogo, lanzaron vinilos azules y rojos, lo extraño es que no lo promocionaron en la portada de los discos, solo venían como sorpresa para el consumidor.
A partir de los ‘70s hasta hoy, algunas firmas lanzaron algunos títulos en color exclusivamente para uso promocional, a veces con la intención de conseguir ser elegidos por las radios (si el vinilo era de color resaltaba entre la docena que recibían) y otras, eran solo a modo de agradecimiento al personal de las radios por haber promocionado un disco.
Siguiendo esta misma línea, actualmente, sellos como Third Man Records, la firma del músico Jack White (ex miembro de The White Stripes) revolucionan la industria no sólo sacando ediciones en color de sus discos, sino también investigando y creando modelos de vinilo con materiales exóticos. Experimentando con vinilos que brillan en la oscuridad, discos desmontables, rellenos de agua o de dos colores diferentes. Este modelo de negocio está mucho más conectado con un público más preocupado por la parafernalia coleccionista que por la calidad de los discos.
Bibliografía:
http://bit.ly/2aKL6ch
www.viniloadictos.com/suena-peor-un-vinilo-de-color/