Un guiño: el colofón

Si todo lo digital es una adaptación de la convención analógica, el colofón no es la excepción, y además puede ser un detalle muy funcional y placentero.

Si en un buen libro no vemos la mano del diseñador en el colofón, sí: algo así como una acreditación personalizada que salude al lector antes de cerrar finalmente el libro.

A pesar de haber caído en el desuso, hace unos años vimos el revival digital del texto final. Si todo lo digital es una adaptación de la convención analógica, el colofón no es la excepción, y además puede ser un detalle funcional y placentero. 

El colofón va generalmente en la última página impar, en la cual se imprime el lugar de impresión, fecha y el nombre de la imprenta. También incluye el número de tirada (copias impresas) y el logotipo o escudo del impresor. Muchas veces se agrega el tipo de letra usado y la clase de papel y/o encuadernación.

Íntimamente asociado con el final de un libro, hoy en día prácticamente ha desaparecido, especialmente de las ediciones extranjeras, como las españolas y las norteamericanas. En los últimos años, entre los colofones más llamativos están los editados por la editorial Hiperión donde cada ejemplar queda rematado de manera muy singular.

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> Durante más de tres mil años su rol ha sido aportar información acerca de la obra misma cuando los libros (elaborados en arcilla, papiro o pergamino) todavía no tenían una portada donde se asentara el título de la obra, el autor o la fecha cuando se escribió.

< Su otra función, no menos importante, ha sido asentar las noticias acerca del copista o del impresor encargado de elaborar la obra, y está muy ligada a los intereses de control de las autoridades sobre la obra.

// Su historia

– El colofón, como texto final de un escrito, ya aparecía en las tablillas de arcilla de Mesopotamia elaboradas aproximadamente desde el año 5000 a. C.  (las que constituían los libros de la época; en ellas se registraban fundamentalmente sucesos cotidianos, asuntos administrativos y de comercio, información astronómica y religiosa). Por ej. en las Tablillas de Baal se escribió un colofón que señala que fueron elaboradas por Ilimilku de Shubani. Ahí se establece una clara distinción entre quien compuso el texto mítico, Atanu- Purliani, y el escriba Ilimilku.

– Más adelante en los primeros códices del siglo II d. C., para indicar la conclusión del escrito solía escribirse simplemente un par de palabras, por ejemplo finit explanationum. Con el tiempo se fue añadiendo más información e incluso expresiones devotas en forma de agradecimientos a Dios por haber terminado la obra, etc.
– El Psalmorum Codex vino a ser el primer libro salido de una imprenta que incluyó un colofón al final del volumen, consigna el año de 1457 y los nombres de sus impresores Iohannem Fust y Petrum Shoffer.
– A pesar de que era común incluir un colofón en los códices manuscritos, Gutemberg no lo hizo en sus primeras obras impresas (la famosa Biblia de 42 líneas) , sino hasta que en 1460 imprimió 300 ejemplares del Catholicon. En este caso, Johannes Gutemberg dejó un espacio entre la última línea del texto y el colofón, en la página 372r, para reseñar que el libro fue producido sin ayuda del cálamo (o la pluma) sino con el diseño, la proporción y los ajustes de moldes y matrices.

-Durante el siglo xvi encontramos la mayor variedad y riqueza en el diseño de los colofones. En muchas obras aparecen con una composición gráfica estética en forma de pirámide invertida y en varias otras se acompañan con las marcas tipográficas del impresor

// Revival

Sin embargo, los sitios web y las publicaciones digitales han tenido a bien recuperarlos, a partir de 2004, como un paratexto claramente a cargo del editor digital.
En el caso de los portales de la internet, dicho colofón se ubica en una página distinta para describir las herramientas, los sistemas y las fuentes tipográficas empleadas para crear el sitio web y para mantenerlo en operación. Es decir, se le usa para dar crédito a los recursos empleados para producir el sitio. Por tanto incluye el software, el hardware y los lenguajes de programación utilizados en la preparación de los textos y en la creación del sitio, y el tipo de servidor en el que corre. Incluso suelen mencionarse los nombres de los administradores del sitio y del equipo editorial que se ocupa del contenido.

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Fuente encuadre.org

Tablero de colofones que me interesaron en pinterest.

Otros tableros de colofones antiguos  gryphium y  hlavoissiere .