Lo que siempre me gustó de la tipografía es que es ordenada, es un sistema de signos preexistentes, yo, siendo un terriblemente mal ilustrador descubrí en la tipografía una manera de expresar no solo palabras, sino ideas, climas, conceptos…
No negaré que mi primera aproximación me pareció desesperante: la caligrafía. Soy zurdo, ya con eso digo todo, escribir a mano claramente nunca fue mi fuerte, mucho menos caligrafiar, pero el ejercicio de entender lo que se puede hacer con los signos me resultó increíble. Ni te cuento cuando empecé a trabajar con tipografía, todo se ordenó más, me despejé del desespere generado al borrar lo que hacía con la mano o el de tener que torcerme en maneras imposibles para poder escribir una frase. Descubrí como componer sólo usando un sistema de signos creado por alguien más, para generar algo, algo más allá del texto escrito, profundizar desde algo tan común y visto como las letras.
Graciosamente mi siguiente desafío fue representar a un cantante de punk rock (Billy Idol) con una Romana. Odie la Centaur durante el mes que duró el tp, hasta que entendí como lograr llegar a representar esa mínima elegancia y a su vez lo punk rock solo con una familia tipográfica. Fue un gran momento. Un segundo gran momento, porque no sólo pude representar algo, sino que pude resignificar algo.
Después tuve que componer en página, ya con más herramientas me pareció que iba a ser más sencillo, una puesta en pagina formal debería ser más simple, no? Bueno, error, el darle una significación a todo un libro, crear una tapa, el tener que expresar toda la idea y un clima de un libro sólo con tipografía era quizás más difícil que el trabajo de Billy Idol. El generar niveles de lectura, sistematizar un sobre un sistema era más difícil aún, pero a su vez satisfactorio. Descubrí la grilla, amé la grilla, la grilla paso a ser parte de mi vida cómo diseñador, entender las estructuras, las alineaciones y que tanto más sencillo era ordenar elementos en el espacio fue cuasi un renacimiento.
Después y por último aprendí a usar la tipografía como imagen. Y ahí se solucionaron todos mis problemas. La tipografía me salvaba de mis problemas con la ilustración. Se podía dibujar con signos preestablecidos. Y con esto termino y sigo mi historia, veremos qué nos depara en este año de tipografía.