Un poco de historia
La repercusión de la imprenta de Gutenberg en el mundo árabe no fue inmediata. Si bien hay libros árabes reproducidos en imprentas europeas que datan del siglo XV, no fue hasta fines del siglo VIII que la imprenta empezó a utilizarse en lugares como el Imperio otomano para producir libros con escritura árabe.
La transición hacia la imprenta se dio muy lentamente. Los libros impresos eran producidos de manera esporádica y por familias adineradas para consumo personal. Los libros más difundidos pero aun así de elite eran copiados a mano por eruditos islámicos de manera similar a los monjes copistas.
La complejidad de la composición tipográfica en el alfabeto árabe o abjad hizo que las imprentas no proliferáran de la manera que lo hicieron en Europa y América. Si el objetivo de la imprenta es el de agilizar la producción de libros y material impreso para la divulgación más eficaz, este no fue alcanzado en árabe con los métodos de producción de la época.
En el último siglo sucedieron muchos cambios político-tecnológicos en relación al árabe. En 1928 Kemal Atatürk en una de sus reformas proclamó el sistema de escritura latino, reemplazando al árabe, para representar el idioma turco con el objetivo de “modernizar turquía” lo cual muy probablemente estuvo ligado problema de la producción impresa en árabe.
En otros países donde el idioma oficial es árabe, o persa la producción se vio forzada a tomar las técnicas occidentales que no contemplan la cantidad de caracteres dando como resultado el árabe simplificado. Si bien es legible se pierde la riqueza de un alfabeto cultivado por culturas con diferentes cosmovisiones para adaptarlo a la eurocentrista. Es una de las tantas posibles soluciones a esta encrucijada entre tecnología y cultura milenaria.
Hoy en día la producción tipográfica es digital. Las limitaciones que ocasionaba la imprenta se han superado pero el árabe simplificado sigue siendo el utilizado para comunicación oficial, periódicos y más, por costumbre. Cabe poner en crisis éste uso y preguntarse por qué no producir tipografías con la riqueza de la caligrafía ahora que el medio no es una limitación.
Experimentación: ¿adaptar el abjad a la tecnología o viceversa?
Tipógrafxs que han abordado el problema de la producción de tipografías árabes para imprenta han llegado a distintas soluciones. Aquí algunas de ellas.
Yakout es la fuente más utilizada para texto de lectura en libros y diarios. Desarrollada en 1956 por Nahib Jaroudi en Monotype es un ejemplo del árabe simplificado.
Mirsaal, desarrollada por Rana Abou-Rjeily. Las palabras árabes siempre están ligadas. Todas las letras tienen ligaduras. Rana desafía esta regla creando una fuente con caracteres separados con el objetivo de llevar el sistema árabe de escritura a personas nativas del sistema latino.
Nadine Chahine es una tipógrafa con el objetivo de crear fuentes que remitan a la caligrafía, apartándose de la simplificación. Su primera fuente de lectura en esta clave fue Koufiya.
Particularidades del sistema de escritura árabe
Para entender mejor por qué la historia de la tipografía árabe se distingue de la latina es necesario hacer un breve repaso por sus características.
Formas contextuales
Las letras árabes tienen la particularidad de que, así como las latinas cambian de forma al estar al principio de una oración o de un sustantivo propio, tienen distintas formas que dependen del lugar que ocupen en la palabra. Cada letra tiene sus variaciones: puede tener solo una forma; una forma para cada una de las posibles posiciones (aislada, principio, medio o final); tener una forma para el principio y otra para el medio y el final. Éstas son convenciones milenarias establecidas desde que la escritura era sólo manual.
No existen las mayúsculas o minúsculas, con el punto al final de la oración basta para identificar el comienzo de otra.
Justificación
Por la naturaleza cursiva del árabe y sus trazos horizontales que conectan sus letras la justificación es muy distinta. Las letras pueden extenderse ocupando la línea, dando como resultado blancos dentro de las palabras más que entre ellas y lineas horizontales que rigen el bloque de texto.
Ligaduras
El diseño de tipografías requiere más glifos que el alfabeto latino ya que la mayoría de las letras tiene 4 posibles formas, y deben contemplarse sus ligaduras con las posibles formas de las demás letras.
Las vocales son indicadas como símbolos diacríticos, lo cual simplifica la tarea.
Además el abjad puede dividirse en secciones de letras que toman la misma forma contextual con la excepción de su signo diacrítico.
Es interesante pensar cómo la producción impresa en lugares donde se usan otros alfabetos debe adaptarse a diferentes lógicas de gramática, construcción de palabras, dirección de lectura. Lugares donde conviven alfabetos y esto es lo cotidiano y cómo los cambios aparejados por la globalización son abordados en lugares donde la tradición y cultura son otras.