Diseño y Contenido

¿Cuando es el turno del diseñador de ser crítico del contenido de lo que diseña y no solo de la parte visual?

Como una persona que, por situaciones laborales, está en constante contacto con marcas de indumentaria nacionales me he encontrado en más de una oportunidad con situaciones similares a las siguientes:

Chocolate Fucking (?) Jesus
Wash ‘em before eating… please.

 

 

 

 

 

 

 

 

Bueno, tal vez estos ejemplos son algo exagerados (¿lo son?) pero demuestran mi punto. Muchas veces, las marcas intentan emular los productos del exterior cayendo en situaciones en las que el contenido de lo que fabrican no comunica correctamente ya sea por desconocimiento del idioma, porque predomina lo estético por sobre el sentido ya que es “lo que vende” o porque se intenta apropiar de una cultura/ estética/ sentido del cual no se es realmente participe y no se está correctamente informado.

 


Situaciones más comunes

Como anticipé anteriormente, existen situaciones reiterativas que suelen darse a la hora de producir una prenda de marca:

 

You Speak English?

El primer error, el más grave y común es falta de conocimiento sobre el idioma en que se está editando el texto. Como bien demuestran las millones de imágenes en Internet sobre bad translations es bastante común encontrarse en posición de tener que editar una frase en una lengua que no es la nativa y que uno mismo no tiene entrenada. A su vez, es muy común encontrarse con clientes que desconocen igualmente el idioma y suelen generar pedidos de aberraciones ortográficas o directamente carentes de sentido. ¿Cual es la posición del diseñador frente a estos casos?

“Estúpido extranjero”. Por lo menos las prendas pueden quitarse…

 

“Es lo que vende”

Es así, la moda siempre busca vender y no siempre “lo que vende” responde necesariamente a una cultura propia ni a una situación cercana; más bien la moda nacional intenta imitar al extranjero desvinculándose completamente de lo propio y del idioma. En este afán de emular es donde lo estético se desprende del concepto. La replicación en masa de esta conducta es lo que a veces lleva a un abanico interminable de sinsentidos todos similares estampados en los frentes de la ropa que nosotros mismos vestimos y tal vez ni nos percatamos porque la moda es así, no entiende de sentidos a la hora de vender.

“¿Como que hay otra ciudad además de Nueva York en Estados Unidos?”

Investigación, análisis, creación

Este sería el camino lógico a recorrer a la hora de crear una pieza, ¿verdad?. Al parecer no todos están de acuerdo. Dentro del mundo de la indumentaria existen situaciones en las cuales un diseño no vincula directamente su concepto con su estética por una falta de información del mismo Diseñador a la hora de encarar una pieza (a menos que haya una bajada muy estricta en cuanto a ello por parte del cliente). Esto genera casos en los que lo visual no se coincide con lo conceptual dando un clima puramente estético sin pensar en el origen de eso que se está retratando.

¿De verdad? ¿New York otra vez?

 


Sentido crítico

Ahora bien, con la excusa de buscar imágenes de remeras con frases mal traducidas por empresas Japonesas y tatuajes para arrepentirse es que me encuentro pensando: ¿En que momento el diseñador se pone en lugar de editor del contenido? ¿Que tanta “voz” tenemos a la hora de revisar lo que se está contando cuando diseñamos? ¿Es trabajo de uno mismo ser persuasivo a la hora de poder cambiar lo que se está plasmando para lograr una mejor comunicación?

Por ahora me retiro a seguir mirando memes, pero los dejo con esta joyita:

¿Como olvidar cuando Nirvana sacó su hitazo “MMMbop”?