Entre el 10 y el 20% de la población tiene alguna forma de dislexia. Se estima que más de 700 millones de niños y adultos en el mundo están en riesgo de ser excluidos socialmente y de no ser alfabetizados.
Los trastornos de aprendizaje son un tema importante a tratar en la infancia. Lo más común es que estos problemas tarden años en diagnosticarse, e incluso, pasen desapercibidos, pero es de suma importancia que se detecte lo antes posible, para evitar el fracaso escolar e impedir una fatal repercusión en el futuro de estos niños, debido a que los malos resultados escolares conducen a tener baja autoestima, a un menor esfuerzo y al desánimo.
Es imprescindible buscar herramientas o métodos diferentes para que estas personas puedan aprender y sentirse capaces y no desanimarse. Así fue como surgió Dyslexie font ,creado en 2008 por el gráfico holandés Christian Boer. Es un sistema tipográfico desarrollado específicamente para adultos y niños que, como el propio diseñador, sufren dislexia. Christian Boer siempre tuvo dificultades para leer. Cuando se enfrentaba a una página llena de texto, las letras se torcían y mezclaban hasta volverse un desastre incomprensible.
“En clase, pensaba en excusas sobre por qué me estaba costando tanto, que estaba cansado o que simplemente no era mi día”, dice Boer, “pero cuando todos los demás terminaban y yo solo iba por la mitad de la página, comencé a dudar de mí mismo. Empiezas a pensar: ‘¿soy estúpido?'”. No fue sino hasta que su madre escuchó por encima una conversación que su esposo tenía con una maestra sobre dislexia que se percató de por qué su hijo estaba teniendo tantos problemas.
Al principio, Boer creó la fuente como un proyecto para graduarse de la universidad. Pero encontró que había una demanda real para su producto, lo que lo llevó a crear una familia tipográfica utilizable que pudiese instalarse en las computadoras. “Pensé inicialmente que probablemente la usaría en mi propio computador para ayudarme cuando empezara a trabajar. No tenía idea que hubiese tanta gente allá afuera sufriendo de dislexia”, dice Boer.
Al diseñar Dyslexie se enfocó en lograr una combinación perfecta entre forma y funcionalidad para lograr combinar una lectura óptima con una apariencia bella. La tipografía tiene características específicas que ayudan a las personas con dislexia a distinguir más fácilmente las letras individuales, reduciendo el número de errores que cometen normalmente al leer. Por ejemplo, la base de las letras es ancha para evitar que los disléxicos la giren, las partes abiertas de las letras son más amplias para diferenciarlas más entre sí, se alargaron los trazos de algunas letras y se interpuso más espacio entre letras y palabras.
Una investigación realizada por la Universidad de Twente (Holanda), mostró que los lectores disléxicos cometen menos errores cuando leen textos con la fuente creada por Boer, mientras que experimentos de seguimiento ocular hechos en la Universidad de Lille (Francia) también mostraron que la mirada de los niños con dislexia fluyó más fácilmente con la fuente de Boer en lugar de con fuentes más tradicionales. Lamentablemente, hay también estudios científicos realizados que hasta ahora no indican que estas fuentes ayuden a niños o adultos a leer más rápido o con mayor precisión. Creo que la intención en producir herramientas educativas para detectar y tratar una afección específica, la dislexia, trastorno de identificación, reproducción, comprensión e interpretación de los signos hablados y escritos, es sumamente válida y es un camino a tener en cuenta y seguir investigando.
Fuentes:
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-disabilities/dyslexia/understanding-dyslexia
Trastornos de aprendizaje y fracaso escolar: TDAH y Dislexia
https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-42348298