Comencé a escribir ésta nota hace un mes, poco después de la votación sobre la legalización del aborto y poco antes de la marcha educativa del 30 de Agosto. En ese momento estaba muy movilizado por éstas (y más) problemáticas sociales, lo que me hizo pensar ¿Qué rol tomo yo como diseñador en la sociedad? ¿Desde qué lugar puedo aportar? En un principio me costó encontrar qué decir, cómo hablar del tema, pero pude encontrar un marco teórico del cual valerme para desarrollar mi pensamiento. Estudiando para el parcial de Comunicación II Ledesma, nos dieron para leer un artículo de María Ledesma que habla sobre el Diseño Social, y sus acciones. A partir de ahí, desarrollo.
¿Qué es el Diseño Social?
“Una mirada analítica sobre el nombre Diseño Social revela que el término social es utilizado por lo menos de cuatro maneras diferentes, muchas veces solapadas entre sí: en la primera, se aplica para caracterizar la vocación del diseño de ocuparse de toda la sociedad como un universal; la segunda, usa el concepto como eufemismo para referirse a la acción a favor de los grupos desposeídos o marginales o a las acciones militantes de carácter opositor al sistema; la tercera, se refiere a acciones vinculadas al desarrollo, es decir, al diseño orientado al mejoramiento de la calidad de vida de una sociedad y la última, postula una línea de investigación acerca de los efectos del diseño en la sociedad” (1)
Me voy a centrar en la segunda acepción del Diseño Social. El término nace para combatir las producciones de diseño orientadas hacia públicos exclusivos, apelando a la responsabilidad del diseñador y su compromiso con el mundo en que vivimos y proponiendo diseñar para la necesidad (2). Como diseñadores debemos entender la importancia de la comunicación en la sociedad. Debemos hacernos cargo de los valores y las ideas que comunicamos, no reproducir discursos machistas, misóginos, oligarcas o golpistas (entre otros). No ignorar la importancia de los medios de comunicación en la sociedad, disputarles el poder de persuación y convencimiento que tienen. Seamos críticos con nuestro rol, no entreguemos la comunicación a una minoría de poder, usemosla para generar conciencia en la sociedad, para empoderar al pueblo.
¿Qué podemos hacer?
Desde nuestra posición como comunicadores podemos construir entorno a los valores positivos para la sociedad, generar discursos que los transmitan, usar nuestros conocimientos técnicos para el desarrollo de identidades. Ledesma plantea seis acciones que puede llevar a cabo el Diseño Social: generar conciencia social; incluir grupos aislados por motivos no económicos; brindar servicio profesional a quienes no pueden pagarlo; orientar desarrollos productivos incipientes; instrumentar la construcción de identidades y potenciar la calidad de vida y el bienestar social. Podemos usar nuestras técnicas y conocimientos no sólo al servicio de una empresa, sino al servicio de la gente, de la sociedad, de los grupos marginados, al servicio de quien necesite una voz para ser visibilizado. Hasta se podría pensar en un diseño colectivo, creado por toda la comunidad de la FADU, el cual esté pensado para la construcción de estos nuevos valores, algo como lo que fue el Constructivismo ruso para el comunismo, quien le dió un lenguaje al movimiento. Demosle un lenguaje a los diferentes movimientos que hoy en día luchan por sus derechos.
Militemos el Diseño Social, devolvamos a la sociedad las cosas buenas que nos brindó (la FADU por ejemplo). Busquemos cambiar lo negativo de la realidad desde nuestra posición, tengamos conciencia de que nuestro rol de comunicadores es muy importante en la construcción de sentidos.
1 – Texto “Diseño Social o el pasaje de la proyectualidad objetual a la proyectualidad situacional” del libro “Retóricas del Diseño Social” de María Ledesma
2 – Victor Papanek, 1997