Algo que llamó mi atención en cuanto a la tipografía es su uso a nivel mundial, específicamente el uso de la tipografía en la marca y como podemos reconocer el producto/compañía en cualquier parte del mundo.
Diseñar una marca es un campo muy amplio donde las imágenes, tamaños, texturas, colores e infinitos elementos se conjugan para transmitir un mensaje. La tipografía ocupa un lugar esencial a la hora de armar la identidad de una marca, ya que así como la imagen, será el elemento rápidamente identificable y tendrá un alto nivel de preponderancia.
En marcas mundialmente reconocidas la tipografía ya pasa de ser un elemento alfabético a ser un elemento gráfico o icónico.
Tal como el ejemplo de Coca-Cola, vendida a nivel mundial, en tiendas, restaurantes y máquinas expendedoras en más de doscientos países o territorios. Su tipografía tiene tal nivel de alcance que logra hacer que una persona reconozca el producto/ compañía aunque este en otra parte del mundo con otro idioma, cultura, etc.
También ocurre en casos que la tipografía es tan característica y única que se convierte en marca registrada de ese producto, que aunque no leas lo que dice ya sabes a quien pertenece. Como en el caso de la marca Disney, la cual es imposible utilizarla para otro fin ya que la mente la asocia inconscientemente a esa empresa.
O un caso muy conocido hoy en día es el de la letra F la cual en cualquier parte del mundo todos vamos a asociarla con la red social Facebook, aunque cambie el color es imposible no reconocerla.
El ejemplo del logo I love NY, que surgió en 1970 y se mantiene aun hoy en día, esta tan instaurando en nuestras mentas que ya dejamos de ver letras y vemos un todo.
Es sorprendente lo que se puede lograr con una adecuada elección tipográfica, ya que además de reflejar la identidad de la compañía, la tipografía con sus diferentes estilos, variables, formas, etc. logra manifestar una idea o sensación que va mas allá de lo que esta diciendo la palabra.