Reinvención

El ser humano siempre sintió la necesidad de transcribir la realidad para apropiarse de ella. Pero la realidad que se impone no es siempre la misma.

Adaptación.

A lo largo de la historia el ser humano tuvo que adaptarse a su entorno en distintos aspectos y convivir con una serie de realidades que lo envolvían. La inscripción de los primeros símbolos ideográficos o mnemónicos surgieron como uno de los recursos para apropiarse de su realidad, de darle forma y un orden. Transformó eso que lo envolvía y lo plasmó en algo tangible. Esta apropiación no solo le daba herramientas para ordenar su realidad, sino que también le daban la oportunidad de reafirmar su expresión y su presencia en la inmensidad.

 


Frente a la industria

En la modernidad, ya teniendo un alfabeto, un complejo sistema de escritura de bases sólidas, y la imprenta como sustento tecnológico, esa fuerza adaptativa siguió latente. Autores como Morris, Loos, y otros que tuvimos la oportunidad de estudiar en Historia 2, buscaron siempre la forma de adaptarse a la realidad industrial que se imponía. Sus posturas iban de la mano con la búsqueda de una nueva forma de reafirmar al ser humano, modificando la expresión en su producción.

La kelmscott Press encaró la producción de libros con esta nueva expresión que, desde la postura de morris, era vital.

Ejemplares – kelmscott Press

 


Frente a la guerra

Cuando explotó la primera guerra y la realidad cambió bruscamente, las vanguardias aferradas a sus utopías, planteaban manifiestos que buscaban esta nueva forma de plasmar la realidad, de reinventar la expresión y de transformarlo todo. Transgredieron así con las reglas impuestas históricamente, planteando que, lo que alguna vez sirvió como forma de materializar la realidad, se había agotado. Había que replantear las reglas de juego para adaptarnos al entorno desmotivador que se presentaba entonces y reafirmar en el nuestra humana condición. La escritura manifestó notablemente esa disrupción con lo que se venía presentando como la posta y surgieron piezas super experimentales que evidenciaban esta búsqueda de un nuevo carácter.

 

 


Frente a la saturación de información

A medida que avanzaba la urbanización y se plantaban las grandes metrópolis en el mapa, el carácter adaptativo nuevamente tuvo que hacer su jugada frente a un contexto caótico de masividad. Surgían así nuevas formas de inscripción de la realidad que apuntaban cada vez más a simplificar las tipografías, ordenar y racionalizar el campo visual. Herbert Bayer, Moholy Nagy, jan tschichold conservan esos caracteres racionales y funcionales.

 


¿Y ahora?

Las reinvenciones por las que atravesaron los paradigmas expresivos son inabarcables. Siempre nos vimos bajo la obligación de reinventar nuestra acción y adecuar nuestras formas de apropiarnos de las realidades que se nos iban presentando. Pasamos por un montón de etapas sin que eso implique una progresión, ya que dentro de lo subjetiva que es la expresión, hay un universo de respuestas para cada problema. Lo lindo de todo este mambo es saber que lo que pase de ahora en más está en nuestras manos.