A nivel mundial, 39 millones de personas son ciegas y solo el 10% de esta población es capaz de interpretar Braille, de modo que esta condición se convierte en un factor diferencial en la inserción laboral de la población invidente.
Actualmente, rara vez vemos el Braille implementado en el espacio público, ya que se necesita espacio adicional y las personas videntes consideran que no es importante.
Braille Neue, del diseñador Kosuke Takahashi, y Blind Words, de la diseñadora Nuria López, son proyectos sociales que muestran la funcionalidad de la tipografía en su forma inclusiva unificando los caracteres visibles y el Braille haciendo un texto inclusivo para todos. La primera, deriva de la popular Helvetica Neue, cuenta con dos estilos diferentes para su aplicación: la Braille Neue standard, disponible para el alfabeto latino, y la Braille Neue outline, disponible tanto para el alfabeto latino como el japonés.
De izquierda a derecha: Braille Neue de Kosuke Takahashi, y Blind Words de Nuria López.
La hipótesis del proyecto de Nuria López se basa en una pregunta: ¿Es el diseño gráfico actual, restrictivo con las personas invidentes? «Las diferentes respuestas muestran cierta controversia sobre si el diseño gráfico debe de entenderse o no en cuestiones de forma, función y economía o si debe de ofrecer un aporte y una investigación sobre focos acordes a la sostenibilidad, ecología o inclusión social», comenta la diseñadora. Por ello, su proyecto pretende dar respuesta a todas estos temas y poner a prueba el potencial del diseño gráfico para traducir, transferir y transmitir información a través de la complejidad de fusionar dos alfabetos que no han nacido para ser utilizados a la vez.
Ambas tipografías tienen como objetivo ser incluidas en más espacios públicos, logrando que la información sea más accesible e incentivar a la población vidente a conocer y aprender el sistema de lecto-escritura que utiliza el tacto como medio.
López define a Blind Words como una tipografía modular que mezcla el sistema Braille con el alfabeto latino que acerca la tipografía del mundo visible al invisible. El diseño se basa en la combinación de los seis puntos y las medidas dadas para el alfabeto Braille, desarrollado una cuadrícula bajo una serie de módulos para integrar nuestro alfabeto y donde se puedan visualizar ambos alfabetos a la vez.
Por su parte, Takahashi llevó a cabo una investigación para ver si el Braille sería legible en un sistema señalético de mayor formato y concluyó que siempre que exista el patrón de seis puntos, es posible que los textos puedan interpretarse independientemente de su tamaño.