Esta banda de los años 60, sigue siendo hoy una de las más influyentes y conocidas del mundo. No hay duda que la mayoría de las personas alrededor del planeta han oído hablar de ella, y pueden reconocer su emblemático logotipo. Como vehemente beatlemaníaca, es usual para mí buscar todo tipo de información relacionada con la banda. Y como estudiante de diseño gráfico, es raro que hasta el momento no haya investigado sobre la historia detrás de su famoso logo. Por eso aproveché esta ocasión para buscar información al respecto y lo voy a compartir para quienes estén tan interesados en esta banda como yo.
Todo comenzó en 1963, cuando el miembro de la banda Ringo Starr quiso cambiar su batería. Fue acompañado por Brian Epstein, el astuto representante de la banda, a una tienda de instrumentos musicales especializada en percusión, que pertenecía a Ivor Arbiter. Ringo quedó enamorado de una batería Ludwig y quiso llevarla dejando solamente a cambio su vieja batería. Arbiter aceptó con la condición de que la batería que se lleve debía llevar el logo de Ludwig en el bombo, y de esta manera, Epstein accedió a cambio de que el mismo llevara además el nombre de la banda en un tamaño más grande todavía. Fue Arbiter, que no conocía en su momento a la banda, quien garabateó por primera vez y rápidamente el logo tan conocido, se dice que sobre el papel de un paquete de cigarrillos. Alargó la asta de la letra T para que junto con la B mayúscula resaltara la palabra “beat”. Algo gracioso de la anécdota, es que Arbiter les cobró nada más que 5 libras por crear, inesperadamente para él, uno de los logotipos más trascendentes del mundo entero. Eddie Stokes fue quien se encargó de rotular el logo diseñado por Arbiter en el bombo principal de la nueva batería de Ringo Starr. Se desconoce con certeza cuántas modificaciones sufrió el diseño desde el boceto de Arbiter hasta el diseño final realizado por Stokes, y esa es la razón por la que el logo es acreditado a ambos. En el programa de televisión “Thank Your Lucky Stars” Ringo utilizó por primera vez la batería con el logo, en ese mismo año.
Algo que me resultó curioso es que si bien ese logotipo está presente en nuestras cabezas cuando recordamos visualmente el nombre The Beatles, no fue posteriormente utilizado en la portada de ninguno de los álbumes de estudio de la banda. Más adelante, en el año 1990, fue registrado como marca por Apple Corps. Y en 2001, Northern Fonts Ltd creó una familia tipográfica llamada “Bootle” inspirada en las letras utilizadas en el logo.
Lo que más me asombró de esta historia, es la espontaneidad con la que fue creado uno de los íconos más vistos de todos los tiempos. Yo creo que cualquier diseñador, por más experto en crear logos que fuera, si supiera que está creando uno que será reconocido por millones de personas en todo el mundo por varias décadas, estaría completamente trabado. Es así como la simpleza de la creación de Ivor, más allá de la calidad de su diseño, me inspira a empezar a diseñar más libremente, como si nadie más que yo fuese a ver el resultado. Espero que la desenvoltura de Ivor nos ayude a todos a la hora de empezar a diseñar, a no enroscarnos tanto, y de esta manera evitar esos blancos mentales tan familiares para los diseñadores al enfrentarnos a la hoja en blanco.