El artista en cuestión nos plantea, como el nombre de la canción predice, la problemática de no poder definir el simbolismo al que la letra V alude, siendo la representada por dos dedos de la mano (índice y medio), sea en este caso a la “paz”, o por caso contrario a la v de violencia. Y aquí es donde la curiosidad aparece, ¿por qué v de violencia y no v de venganza?, como la novela gráfica escrita por Alan Moore y posteriormente convertida en film. ¿Qué otras palabras quedan ligadas a una simple V?
Siguiendo indagando, podríamos decir también el número romano 5, representado por dicha letra o, el mismo gesto con los dos dedos contextualizados en distintas regiones o momentos históricos pueden cambiar su significado, donde en los 60s, en el Reino Unido (si se quisiera ejemplificar territorio alguno) representaba algo distinto a lo que hoy en día en Argentina puede aludir.
Si hablamos del cambio de significado a través de la historia, un caso interesante para abordar es el del símbolo @ (arroba) cuyo uso actual es muy distinto al dado en su concepción como signo. La arroba, como todos sabemos es una “a” dentro de un círculo, siendo curiosa la referencia hacia una preposición “ad” y no como se supone a una conjunción de la a con la o, significando “hasta”. Esto se dio así, porque los monjes en la edad media escribían esta preposición ad tan a menudo que las terminaron uniendo, algo parecido a lo ocurrido con el ampersand (&) que proviene de “et”.
Si seguimos avanzando en el tiempo encontramos que el símbolo @ se comenzó a utilizar como una unidad de peso árabe (ar-roub) que significa “un cuarto”. Más adelante, en 1971, ya que no se pesaba más en arrobas, y el símbolo se encontraba en los teclados, Ray Tomlinson lo utilizó para la creación del correo electrónico, lo que nos acerca más al uso actual de este signo. Hoy en día el uso del @, como todos sabremos, es a modo de identificar una etiqueta del nombre de usuario de cada uno dentro del mundo de las redes sociales, una especie de vínculo entre el mundo real y virtual si se quiere.
Y si de etiquetas hablamos, en tiempos modernos no podemos dejar de lado la problemática social en la que estamos inmersos hoy en día, con la lucha por la identidad de género, donde a riesgo de equivocarme, nuestr@ amig@ arroba es pionera. Podemos pensar entonces el por qué de la confusión sobre la concepción del signo antes planteada, ya que debido al presente cambio de paradigmas en cuestiones de género e inclusión, el significado del signo también se vio afectado. Estamos envueltos en un contexto de cambio, donde a través de los signos también buscamos la inclusión de los cambios socio-culturales.
Así como @ cambió o está cambiando su significación recientemente, compañer@s cercan@s se ven también integradas a esta lucha. Como es el caso de la “x”, quien deja de ser, en cierto contexto, ella misma, para ser reconocida, como le sucede a @, como una posible conjunción o diferenciación de “a” y “o”.
¿Cuál sería entonces el verdadero simbolismo al que remitimos al colocar un signo, sea la v, @, x o cualquier otro, en una pieza gráfica? Pareciera ser que como diseñadores estamos sujetos a todas y cada una de las variables que existan dentro del contexto en el que nos desempeñamos. Debemos ser claros con el mensaje que queremos hacer llegar, no ser ingenuos en la colocación de un signo tipográfico por mera morfología dentro de una pieza, y tener en cuenta que el discurso que cada letra genera dentro de nuestra práctica puede generar múltiples visiones.
Para cerrar entonces, quisiera encontrar una respuesta a la pregunta que me inspiró a reflexionar acerca de los signos y sus significaciones, v, ¿de violencia?, ¿de paz?, ¿de venganza?. Creo que lo más acorde a este artículo sería v de vagar, podría permanecer por el camino de la significación abordando centenares de simbologías relacionadas a la tipografía, pero creo estar seguro de no poder encontrar una verdad absoluta.