Santiago Barlari
A la opinión pública de los nuevos diseños firmados por marcas como Nike, Adidas, Puma o New Balance, en el Mundial de Rusia 2018 se suma ahora la percepción del célebre tipógrafo Erik Spiekermann, que no ha dudado de calificar como «mierda» la fuente que Adidas ha escogido para algunos de los deportistas que ostentan su marca; entre ellos, la selección alemana de fútbol.
(…) El motivo de sus vehementes comentarios es la tipografía que Adidas ha presentado para algunos de los equipos de fútbol que llevan su marca (como el de la selección alemana de fútbol) y que bajo la experimentada mirada del profesional resulta «indescifrable». Ante esta situación, Spiekermann ha apuntado directamente a la Asociación Alemana de Tipografía, a quienes ha acusado de no haberse percatado de la importancia del suceso.
«Un uno no puede parecer un siete, un ocho un tres, y un tres una “B”»
Erik Spiekermann
El escenario se convierte en imprescindible en este contexto. Las tipografías en las camisetas de fútbol, por la necesidad de cumplir unos condicionantes concretos, presentan todavía más retos que otras para Spiekermann. «Tienes que ser capaz de leer los nombres en condiciones difíciles. Tiene que ser legible a distancia con nombres cortos y largos, y en movimiento. Probablemente solo con letras mayúsculas», ha matizado.
(…)Adidas, ajena (o no) a las críticas cosechadas, anunciaba hace unas semanas la fuente y alegaba su vocación de conmemorar la cultura rusa. Inspirada en la imaginería tradicional soviética, el nuevo tipo de letra, alegaban, «presenta formas recortadas en un ángulo de 90 grados», y con una peculiar línea que pasa por el centro.
Opinión personal: Creo que la elección de la tipografía de parte de Adidas, si bien tiene una justificación cultural y encaja con el contexto del país donde se desarrolló el mundial, resulta completamente confusa e ilegible, algo insólito en una tipografía que debe verse facilmente en movimiento y estática para fácil reconocimiento de los jugadores. Creo que quisieron darle un giro a la tipografía tradicional soviética, llevándola a un territorio más actual y consiguiente a las corrientes tipográficas coetáneas, y dejaron de lado la característica más necesaria en este rubro del fútbol: la legibilidad.