El escrache como herramienta popular para hacer frente a las injusticias y abuso de poder, hoy en día la redes sociales parecen ser el mejor medio para implementar esta medida pero hoy analizaremos una pieza gráfica que intervino las calles de Buenos Aires durante las marchas del 24 de marzo durante varios años.
Hemos visto a lo largo de nuestro estudio en la carrera de diseño gráfico innumerables ejemplos de piezas gráficas con tono agresivo y movilización social, innumerables campañas de carácter popular de diferentes agrupaciones e instituciones que buscan con poster, afiches e incluso banderas allegar a las masas, movilizando el reclamo y en mucho casos la justicia, hoy destacamos a un distinto que se suma al abanico de posibilidades, la infografía, una pieza con recursos varios pero una clara función, ofrecer data, en un contexto de marcha tendríamos que estudiar con mejores ejemplos cómo se da la situación de comprensión de la pieza, dudamos realmente que en movilizaciones masivas se de un impacto total, así y todo nos reservaremos de sentenciarla en estos entornos, esta pieza fue producida en cuatro oportunidades, demasiadas para que no haya dado nada de qué hablar, nos resulta interesantísimo en planteo de la pieza y su tono agresivo, algo raro para una infografía, su mensaje es claro, demostrar la impunidad con la que se mueven viejos poderes que amenazaron y destruyeron innumerables familias, otra punta de lanza de la pieza avanza contra la complicidad del poder político con la leyes de impunidad impulsadas por Carlos Menem y la destrucción de la economía Argentina a base de fórmulas neoliberales iniciadas por Martínez de Hoz y continuada por De la rúa, Duhalde y Domingo Cavallo, no contento con eso profundizando en sus niveles de lectura llegamos a lo rico, numero de teléfonos, direcciones entre otra información de estos nefastos personajes, que hará el pueblo con eso, como mínimo hacerse escuchar.
La infografía formo parte de una campaña que también incluía un video y una agenda telefónica con dichos números. También cabe destacar que toda esta campaña comienza a circular el 2002, luego del estallido social del diciembre del 2001, tan solo 3 meses después del “que se vayan todos”, la tremenda represión en plaza de mayo y el corralito, que llevaron al entonces presidente, Fernando De La Rúa a declarar el estado de sitio y luego su renuncia.
Donde viven las tipos
La pieza muestra un claro protagonismo tipográfico donde el título toma el mayor impacto en la primera lectura gracias a su tamaño y a su color rojo, el carácter iconográfico de la obra proyecta un mapa que habilita varios niveles de lectura donde se comentan las ubicaciones e información personal de los genocidas, estos texto al igual que el título se presentan en una familia tipográfica de palo seco, la estética de esta infografía se ancla en sus colores y dureza de las letras, esto es una demanda “aquí viven los genocidas” desde lo semántico la frase es igual de dura. Desde las relación espaciales en los bloques de texto podemos rescatar su reminiscencia en las columnas de clasificados en los diarios. Por otro lado hay un claro uso de iconografía que juega con la señalética intervenida conceptualmente para dar avance a una crítica hacia instituciones como la iglesia o la acciones cometidas durante los vuelos de la muerte.
Destacamos enormemente la acción tomada por el Grupo de Arte Callejero a la hora de producir no solo esta pieza sino en su labor social y concientización a la hora de intervenir y aplicar una nueva mirada a las problemáticas del mundo inspirando a cambios de paradigma y a nuevas generaciones.