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Yo, quiero saber dónde están.

Durante la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, policías municipales de Iguala y estatales de Guerrero (ciudad del sur de México), persiguieron y atacaron a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Dicho ataque resultó en la desaparición forzada de 43 de ellos, al menos 9 personas asesinadas y 27 heridos. Además de los estudiantes normalistas, fueron heridos periodistas y civiles.

Movilización de padres y amigos de los normalistas a dos años de la tragedia (Septiembre de 2016).

A 33 días de la tragedia la artista mexicana Valeria Gallo impulsó una iniciativa donde convocó a artistas visuales a retratar a los desaparecidos. Además de México, participaron artistas de Chile y España. El punto común de estas obras, junto con la iniciativa de los ilustradores, es buscar humanizar a los estudiantes e ir más allá del número que ha encabezado las campañas con las que México entero ha expresado su indignación.

“Cuando una tragedia como la sucedida en Ayotzinapa golpea la cara de un país como el nuestro, parece que no hay mucho por hacer. Pero la impotencia es también un móvil. Como ilustradores, pensamos entonces que podíamos contribuir a la permanencia de la memoria como una vía para reconocernos como entes más sociales y menos individuales, y con ello combatir de manera modesta al olvido. Una pequeña forma de resistencia.”

S.f. “Ilustradores por Ayotzinapa”. Lugar de la publicación: Ilustradores por Ayotzinapa. http://www.ilustradoresconayotzinapa.org/

En el acto de retratar los rostros de los normalistas desaparecidos hay un proceso íntimo y silencioso, que implica un acercamiento a ellos, siempre insuficiente pero sincero. También hay un proceso visible, un impulso por ser también voz que reclama. Un poco silencio y un poco grito. Dotar de rostro a aquellos a los que necesitábamos ver.

La pieza que elegimos pretende dar a conocer a Christian Tomás Colón Garnica, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en la tragedia de Ayotzinapa. Hay una postura ideológica evidente expresada a través del pedido de justicia. Los recursos gráficos utilizados no son arbitrarios sino que están estrechamente relacionados al mensaje: la falta de color, el que esas 43 caras detrás de Christian no tengan rasgos, entre otras decisiones. La tipografía de esta pieza es manual y extremadamente expresiva; no sólo acompaña al estilo de la ilustración sino que remite a letras talladas en las paredes, lo cual es muy simbólico: no nos vamos a olvidar de lo que hicieron porque lo tallamos en las paredes, queda para siempre, no se puede borrar. También remite al estilo tipográfico que suele usarse en las piezas graficas de protestas sociales, que envuelven al pueblo: manuscrita, informal, con el sello propio de quien escribe. La tipografía en esta pieza tiene un rol protagónico, completa al mensaje, funciona de ancla. En un primer nivel de lectura aparece el pedido de justicia, mientras que en un segundo nivel, enmarcados dentro del rostro, aparecen los datos de la persona representada.  Esta pieza busca interpelar al destinatario -el estado Mexicano ante todo-, incomodarlo, remite a la muerte y hace que el lector pueda sentirla cerca.

Quienes iniciaron la convocatoria de #IlustradoresConAyotzinapa buscaban generar impacto. Esta pieza es parte de un amplio mosaico que de alguna forma ha contribuido a la memoria, con la intención de ponderar el gesto humano como lo verdaderamente artístico, un reclamo continuo.

Fuentes consultadas:

S.f. “Ilustradores por Ayotzinapa”. Lugar de la publicación: Ilustradores por Ayotzinapa. http://www.ilustradoresconayotzinapa.org/

Autores: Ilustradores con Ayotzinapa. Noviembre, 2014. “#IlustradoresconAyotzinapa”. Lugar de publicación: Tumblr. https://ilustradoresconayotzinapa.tumblr.com/

Autor: La Redacción. Febrero, 2018. “Artistas con causa”. Lugar de publicación: Info Activismo. https://infoactivismo.org/artistas-con-causa/