La educación pública es un símbolo que caracteriza a Argentina y a casi toda Latinoamérica, motivo de orgullo y ejemplo de una lucha sin precedentes. El estudio artístico “Gran Om & Co” logró graficar esta lucha en un impresionante afiche.
La pieza seleccionada tiene como concepto la lucha y protesta en contra de la privatización y comercialización de la educación. Busca impactar con un mensaje directo y agresivo, cargado de significado y soportado por un pensamiento claro: “la educación no se negocia”, haciendo referencia a la política y apuntando hacia aquellos sectores que prefieren un camino de desigualdad en la educación y beneficiar sus intereses económicos en el sector. Siempre amenazada por políticas de sectores que buscan llenar sus bolsillos y limitar el acceso a una educación pública y de calidad.
Los elementos gráficos y la tipografía acompañan y potencian el mensaje que plantea la pieza. La ilustración de los libros en alto refuerzan la idea de lucha y de defensa de la educación pública, funcionando como entrada a la pieza. La jerarquización tipográfica ayuda a separar las partes del mensaje y sigue en línea con la ilustración, presentando una tipografía de display para llamar la atención y otra para realizar una bajada y brindarle un cierre conceptual al afiche. La tipografía egipcia utiliza dos tamaños diferentes y dos tintes, reforzando el “NO” para terminar de bajar la línea ideológica del mensaje. La frase “¿Que se puede dialogar cuando el futuro está en riesgo?” termina de establecer el tono del afiche, por un lado podemos hablar de la lucha en contra de privatizar el sector educativo, así como también la negociación salarial (ajuste) con los docentes.
La pieza es tan chocante que provoca, como mínimo, un interés en la problemática que plantea. Busca concientizar y dar valor a un tema que interpela a toda la sociedad, tanto Argentina como latinoamericana. El lector recibe el mensaje sin rodeos.
Se puede ver una estética que hace referencia a la vanguardia del constructivismo ruso, tomando a diseñadores referentes como Ródchenko y otros más contemporáneos como Obbey, ya sea en la paleta con colores como rojo y negro, como en el predominio de la geometría, una fuerte diagonal que jerarquiza y separa ilustración del mensaje tipográfico, logrando así formas pesadas y orden de lectura, jugando con el impacto directo al lector. Algo principalmente característico de este movimiento comunista, es el de comunicar un mensaje de lucha por los derechos, directo hacia las masas. En este afiche se puede ver que toma varios recursos de esa estética para retomar su ideología, como por ejemplo las manos en alto con libros, pudiendo encontrar una analogía con el puño comunista en alza.
La fuente utilizada, remite a las tipografìas realizadas con matrices de madera, por eso también se puede ver en los acabados de las astas, con serifas geométricas (característica de las tipografías egipcias), sumado a la textura “gastada”, que logran representar que el mensaje tenga una historia, una lucha, no es algo que surge “hoy”.