El futuro es la educación y la base de la educación es la docencia. Durante años, han existido incontables protestas por las condiciones salariales de los que forman parte de las escuelas. ¿Se valorará alguna vez el trabajo de los docentes en la sociedad?
En septiembre de 2019, el 40% de los docentes chubutenses llevaba unos tres meses sin cobrar su sueldo, mientras que los políticos de la provincia se aumentaban el sueldo un 100%. Frente a la situación, los docentes se juntaron a reclamar frente a la legislatura. Cuando volvían de la marcha, 2 docentes, en edad cercana a jubilarse, fallecieron en un accidente vial y 3 resultaron heridas. Esto provocó que decenas de trabajadores estatales se convocaran frente al edificio de la Legislatura de Rawson con el fin de encontrar responsables del hecho.
Para abordar el tema analizamos una pieza de Juan Miranda, ilustrador, diseñador y profesor adjunto de la materia Diseño Gráfico II en la FADU que repudia enérgicamente lo sucedido.
Juan con este afiche se enuncia sobre la tragedia, y lo publica en su Instagram inmediatamente. Si bien la pieza no posee fuertes grillas o se destaca en la composición, la palabra se potencia por el espacio negativo, se maneja con un fondo negro sobre texto blanco, centrado y grande, dándonos una pieza de alto impacto. En ella, podemos leer la palabra «Chubut», no es casualidad la elección de escribirla en caja baja, porque justamente la anatomía tipográfica de la «t» minúscula y el encuentro del asta con el travesaño remiten a la construcción de una cruz. Entonces, la «t» pasa a tener doble función tanto de signo tipográfico, como de símbolo cruz tomando el lugar común de la muerte. Además, estos elementos poseen una estética que remite a las aulas, podemos ver el fondo como pizarrón (cuyo color remite al luto), la palabra «Chubut » con trazo de tiza gestual y la cruz hecha con tizas rotas, las mismas que escribieron la palabra.
Pero, ¿Qué quiere decir la pieza? La pieza es un homenaje a las docentes fallecidas que lucharon por la educación pública y salarios dignos. Pretende transmitir repudio y tomar conciencia de un hecho trágico. Está dirigida especialmente a personas de la comunidad educativa, sean docentes o alumnos. Sin dejar de lado a las personas que conozcan el hecho, quienes también pueden sentirse atravesados por la pieza. Las sensaciones que esta pieza puede generar en quienes la observan son de repudio, impotencia y tristeza. Siendo chocante para el espectador.
Para expresarse, Juan recurre a una operación retórica muy sencilla pero que potencia la construcción del mensaje: el intercambio de un signo tipográfico por una imagen.
En conclusión, como diseñadores, y también sobre todo como personas, muchas veces tenemos ganas de expresarnos al mundo. La tipografía es una herramienta muy poderosa para ello, pasa desde lo discursivo, desde lo que escribimos, de cómo lo escribimos, en qué soporte lo colocamos, y sobre todo como operamos con ella. Su buen uso en trabajos de activismos puede cambiar la perspectiva y el pensamiento, es parte de los procesos culturales y recorre con ellos los cambios.
La retórica en la tipografía puede darse con operaciones mínimas, desde tachar, reemplazar una sílaba, agregar una palabra o como en este caso, reemplazar un signo por una imagen. Es un recurso que, como dijimos antes, potencia la construcción del mensaje. Imaginate, estar scrolleando tu Instagram, y encontrarte con una pieza de este tipo, ¿Te olvidarías de ella(s)?
Fuentes:
Juan Francisco Miranda (@mirandajuanox) • Fotos y videos de Instagram