Allá por el 1868, en plena supervivencia y asentamiento en un territorio hostil, desolado y desconocido. Un hombre siente la inevitable necesidad de comunicar y expresarse, en conjunto con sus connacionales, dando origen al primer diario de la Patagonia.

Si todo lo digital es una adaptación de la convención analógica, el colofón no es la excepción, y además puede ser un detalle muy funcional y placentero.