Una maquetación se compone de muchos elementos distintos: tipografía, imágenes, líneas, caracteres, espacios. Sin embargo, siempre que se empieza a maquetar, se comienza con un espacio abierto, en blanco. La esencia del diseño gráfico radica en manejar con éxito esta relación entre los elementos expuestos y el espacio que los rodea.