El fuego lo apagaremos con nuestras lágrimas

Cada vez más personas y organizaciones se suman a marchar y militar por una #LeydeHumedales efectiva, que cuide la salud y el medioambiente.

“Basta de quemas!” es un discurso que se volvió tendencia. A modo de hartazgo se le exige al actual gobierno que responda, en especial por la inoperancia de nuestro Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, que dejó su cartera en asuntos no prioritarios. La artista combina, en una pieza digital, este grito de hartazgo con la angustia que nos genera perder nuestro territorio y fauna nativa.

En pleno 2020 con una pandemia en auge, los casos de coronavirus no eran lo único que no paraba de multiplicarse, las quemas intencionales a lo largo del territorio argentino incrementaron abismalmente, especialmente en Corrientes y provincias limítrofes. Sólo en la región del Delta del Paraná se destruyeron 300 mil hectáreas.

Al estar restringida la circulación en la vía pública debido a la emergencia sanitaria, un grupo de artistas rosarinas se manifestó en las redes repudiando las quemas. María Victoria Rodríguez es una de ellas, quien produjo esta ilustración y fue entrevistada por Cosecha Roja, un medio que propone pensar la violencia y la seguridad desde una perspectiva donde prevalecen los derechos humanos y la igualdad de género.

«Desde que tengo memoria esto se hace con fines productivistas. Es importante saber que estos espacios no son sólo pastizales sino humedales donde muchas especies están sufriendo la quema. No queríamos centralizar en el humo y la queja de la ceniza sino expresar la preocupación que produce la destrucción de la biodiversidad y la flora y la fauna de nuestra provincia. Hay muchísimas especies que están sufriendo en este momento y eso va a repercutir sobre nosotres»
Comentó María Victoria a Cosecha Roja

Si bien la pieza es digital, combina también el uso de esténcil y aerosoles para generar esta textura bulliciosa. El esténcil es una técnica que se popularizó en los años 60’ en Estados Unidos y Francia como una forma de arte callejero. En la actualidad, se suele emplear en la creación de discursos gráficos con contenido político o social.

Se maneja una dualidad de emociones dentro de la composición. Por un lado, está la ilustración principal, que representa, desde la paleta de colores y la morfología, el hábitat natural del Delta del Paraná junto a su flora y fauna. Estos se están quemando por las llamas intencionadas, es notorio que están tristes. Busca complicidad del receptor mediante el sentimentalismo, provocando angustia. Las ilustraciones amigables y simpáticas de animales y flora nativa apelan a conseguir que el destinatario empatice con estos, es recurrente en este tipo de movilizaciones sociales guiar el discurso desde este lugar. Utiliza un lenguaje alegre e incluso infantil, permitiendo que personas de todas las edades conecten con la idea.

Esta imagen tiene un atributo alt vacío; el nombre del archivo es basta-de-quemas-1024x232.png — Afiches anónimos avistados por Luján Moreno en la localidad de Tigre, Buenos Aires

Por otro lado, están el humo y la manuscritura, que buscan generar un llamado a la acción mediante sentimientos de enojo e impotencia con el reclamo “Basta de quemas!” en forma de un grito desesperado, en medio de los incendios. Podría interpretarse que el verde flúor, por su asociación a los billetes, se refiere a quién va dirigida la petición, a quienes estas quemas indiscriminadas les benefician económicamente. En cuanto a las letras manuscritas observamos que fue hecho con plantillas generadas artesanalmente, probablemente tres plantillas, una por cada palabra y luego las acomodó y editó digitalmente, disimulando el recorte del esténcil. Modifica los anchos de caja y la altura de X, teniendo como resultado letras irregulares, donde no se respeta un sistema. Por ejemplo, de las tres “A” que hay ninguna es igual a la anterior. Se evidencia también que cierra el tracking y asfixia un poco la palabra “quemas”, a la vez de reducir su tamaño, intentando que acompañe la dirección del humo.

Esta dualidad tiene como objetivo final el de concientizar y alertar a la población de la grave degradación de nuestro hábitat. A la fecha, no hay soluciones, ni represalias hacia los responsables y el Gobierno no lo está tomando con la seriedad que amerita.

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