Con la llegada masiva del internet a comienzos del siglo XXI, y el desarrollo de las redes sociales, surge el cyberbullying, un término utilizado para definir el acoso de una persona hacia otra a través de un medio digital. A raíz de esta problemática, se generaron campañas para luchar contra estos discursos de odio, presentes principalmente, entre adolescentes.
A continuación, la iniciativa #AlHaterNiCabida fue llevada a cabo en el mes de julio del año 2022 por Unicef -una agencia de la Organización de las Naciones Unidas que provee ayuda humanitaria- y Telefe -una cadena de televisión abierta argentina- con el propósito de visibilizar el odio y concientizar la consecuencia de este hecho.
En la pieza predomina la sans serif geométrica Final Six Black Font diseñada por Type-Ø-Tones; una tipografía sin remates, clasificación estilística que predomina por excelencia en los medios digitales. Estas se encuentran insertadas en dos bloques rectangulares, caracterizados por bordes redondeados, cuyo recurso formal se asemeja a la tipografía geométrica, de curvas continuas y simétricas, descrita anteriormente.
Estos bloques simulan ser mensajes de chat entre un emisor (#hater) y un receptor (ni cabida), reforzando así el lugar donde se produce la problemática: el medio digital, generando una relación conceptual entre el uso de la tipografía y la temática abordada.
Se trata de un mensaje simple pero contundente, relacionado al lenguaje que utilizan hoy en día los jóvenes, tanto en el habla como en la escritura. Esto se debe a que la pieza está destinada a ellos, como se dicta anteriormente, principales víctimas de acoso. De tal manera, se puede comparar cómo el mensaje del receptor, que vendría a ser el de la víctima, está superpuesto al del emisor, que vendría a ser el del #hater, impulsando esta idea de «no darle importancia».
Por otro lado, prevalecen caracteres como el hashtag, o una sustitución de ellos por números, como es el caso de la E por el 3, censurando así la palabra. Un recurso propio de esta era digital, usado por los adolescentes en redes sociales tales como Twitter, para justamente no ser encontrados al hablar sobre alguien.
Predominan colores saturados, como el rojo y el amarillo, los cuales se relacionan a un estado de alerta, sobre un fondo de color turquesa que genera aún más contraste. Asimismo, la tipografía se encuentra ubicada en el centro de la pieza, provocando así mayor impacto visual. Si bien ambos bloques de información tienen una jerarquía similar -por un lado, los rectángulos del chat, y por el otro, los imagotipos- los colores terminan por contrarrestar esa similitud.
Coincidimos en que es una problemática que hasta el día de hoy es muy difícil de abordar desde el lado judicial, ya que al ser el internet una herramienta relativamente nueva y de gran alcance se generan muchos espacios donde las personas, y principalmente los jóvenes, pueden acosar de manera anónima y sistemática a otras. Por ende, es muy necesaria la parte de concientización y visibilización.
Fuentes: