«0% calorías», «light», «sin azúcares». Lo leemos todos los días en los kioscos o supermercados. Pero, ¿qué tan verdadero es?
En el 2021, en base al pedido de ley de etiquetado frontal, se generó una campaña digital llamada “Etiquetado claro ya”. Bajo el dominio etiquetadoclaroya.org se informaba acerca de los avances y se distribuyeron diferentes piezas para que las personas puedan compartir en sus redes sociales con el hashtag #EtiquetadoClaroYa y de esta manera sumar su voz a esta campaña. También se difundieron de manera impresa en la vía pública y transportes urbanos.
Con el objetivo de poder analizar la pieza seleccionada, es importante tener en cuenta que la ley de etiquetado frontal tiene como objetivo advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos, con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos. En especial los niños son los más afectados, debido a que se elaboran alimentos y paquetes con diseños que llaman su atención. En los mismos se colocan personajes de películas o famosos que ellos pueden reconocer y sentir simpatía rápidamente, viéndose tentados a elegir el producto.
En contraposición con esos paquetes y productos vistosos, la ley propone una serie de etiquetas para colocar en los envoltorios que consisten en octógonos negros con tipografías en blanco, generando gran contraste de modo que la legibilidad y señal de advertencia estén por sobre todas las cosas.
Teniendo en cuenta estas cuestiones, podemos deducir que muchas de las decisiones de diseño tomadas para la gráfica de la campaña se despliegan de allí.
En el caso de la pieza seleccionada, vemos una frase clara y directa «que no nos tapen los ojos» que resalta en un primer nivel de lectura generando un gran impacto visual, anclado tanto en su mensaje textual como en las decisiones compositivas.
La tipografía elegida, por su parte, se trata de una sans serif geométrica, su trazo uniforme y su estructura basada en círculos responde también al uso tipográfico de los octógonos. Consecuentemente, está acompañado de la variable bold, el croma, las mayúsculas y el cuerpo en gran escala.
Finalmente, la pieza resulta en un mensaje sintético y directo, en contraposición con el mensaje de las etiquetas colocadas tapando los ojos de la nena, las cuales citan las usuales etiquetas publicitarias de productos del mercado; caracterizadas por utilizar tipografías display, colores llamativos y personajes.
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