Tomando la noción de programa que plantea la bibliografía, «(…) podemos hablar de programa cuando se establece de antemano una serie de posibilidades o aplicaciones (instrucciones) adaptables a diferentes situaciones, que permitan dar coherencia en la diversidad. El programa define, entonces, criterios constantes que nos ayudan a ordenar la diversidad tanto desde los aspectos formales como conceptuales».
Elegí como paradigma una gran serie televisiva, Breaking Bad, donde podemos observar dichos criterios, los cuales construyen una identidad en el desarrollo de sus temporadas.
Para realizar un análisis de los mismos, tomé los siguientes ejes:
Color
El uso intencionado del color en la composición, un aspecto muy cuidado, junto con la fotografía son uno de los principales elementos narrativos (semánticos), elementos que refuerzan la caracterización de los personajes. Esta aplicación va evolucionando con el transcurso del tiempo y adaptándose a cada situación particular en la que se encuentran.
Esta infografía nos detalla dichas decisiones, desglosadas por situaciones claves y temporadas (fuente: tdylf.com).
A excepción del resto, Marie Schrader es el único personaje que mantiene siempre el mismo tono violeta durante toda la serie (desde su vestimenta hasta objetos y decorados de la casa).
Planos
Un recurso destacado es el uso de posiciones de cámara con un sentido subjetivo, introduciendo al espectador en la escena a través de objetos poco usuales, proponiendo puntos de vista diferentes donde el personaje en escena y lo que él ve, suelen estar en el mismo plano. Su utilización está correctamente dosificada.
En el siguiente ejemplo, el espectador va generando conexiones en el relato que fue fragmentado a lo largo de la serie (entre diferentes capítulos e incluso entre temporadas).
La cámara desde la heladera connota los problemas económicos de Walter y su familia en la primer temporada, en contraste con la abundancia posterior cuando logra una situación económica más holgada.
Música
Otro elemento significativo de Breaking Bad es la presencia de micro relatos en forma de videoclip, que a partir de canciones de artistas y bandas existentes aportan un clima particular a la situación narrada, destacándose la pertinencia y diversidad de géneros, recurso característico de las estructuras narrativas contemporáneas.
Estos son algunos de los aspectos, «instrucciones«, que caracterizan a la serie y sistematizan un modo particular de narrar audiovisualmente. El cómo, el cuándo, el dónde y el por qué logran conformar una identidad propia e inconfundible.