Pensando sobre qué puntos hablar en este post me pareció interesante enfocar el tema en el proceso detrás del trabajo de los diseñadores. Hay muchas cosas sobre las cuáles pensar antes de desarrollar un sistema. Tengo muy poca experiencia propia sobre cómo generar un sistema gráfico, pero siempre que pienso en cómo resolver el logotipo de una marca, una nueva imagen, alguna pieza de presentación o trabajo donde me den la libertad de tomar decisiones de diseño y producción, primero intento resolver las siguientes preguntas en mi cabeza:
- ¿Qué tipo de personalidad necesita mi trabajo? ¿Es un sistema sutil o algo más trash?
- ¿Qué es lo que quiero generar en el usuario/espectador?
- ¿Cuáles son los parámetros en los que puedo trabajar?
- ¿Qué características tipográficas estoy buscando?
- ¿Cuáles son los recursos con los que cuento?
- ¿Qué paleta cromática voy a usar? ¿Qué me van a aportar estos colores?
Luego de resolver estos puntos y bocetar algunas ideas se comienza a diseñar tomando en cuenta todo lo anterior. Y es en esta segunda parte donde quiero dar énfasis, ya que lo más importante es que mi resultado final englobe todas esas preguntas y sumarle la siguiente: ¿De qué manera puedo agregarle valor al producto y que tanto la imagen como el material y la producción sean resueltos en conjunto y generen un resultado de calidad?
En el momento de pasar a la instancia del maquetado, si es que existen piezas no digitales como flyers, tarjetas de presentación, afiches u otras, se comienza el trabajo manual. Se toman decisiones como: en qué tipo de papel, impresión, tinta, formato se va a trabajar. Debemos tener en cuenta que la materialidad en la que estará hecha mi pieza también forma parte de mi sistema y tiene que cumplir con las características que éste tiene.
Nosotros como estudiantes de diseño gráfico, siempre nos las ingeniamos con los materiales, solemos recorrer la ciudad completa para encontrar el toque especial para nuestro trabajo, ya sea una tinta alienígena, un papel prehistórico, algún plástico mágico o lo que fuere. Así como lo hacemos con la facultad, encontrar los elementos justos que vayan con nuestro sistema es indispensable para conseguir el resultado que buscamos para que el cliente se lleve mucho más de lo que vino buscando.
Por lo general cuando vienen pidiendo un trabajo de este tipo no son conscientes de todo el esfuerzo que hay detrás de cada diseño, porque no sólo el diseñador lo resuelve por su cuenta; el trabajo en equipo siempre es más enriquecedor.
Al tener la posibilidad de que varias personas trabajen en un mismo proyecto como elementos de un mismo sistema se facilita el proceso, es buenísimo tener un equipo de trabajo en el que todos se complementen, ya que cada uno puede aportar diferentes puntos de vista e ideas. Hace poco descubrí el trabajo cooperativo(*) entre diseñadores y puedo afirmar que es mucho más el aprendizaje que te llevás de este tipo de experiencias que si se resolviera individualmente. Quiero resaltar esto porque me parece importante que las personas vean el detrás de cámara de cada proceso. Es indispensable que se valore el trabajo tanto del diseñador como de quienes confeccionen la pieza.
Es sabido que muchas personas desvalorizan nuestro trabajo, porque vivimos en un mundo donde la tecnología está al alcance de todos y cualquiera hoy día puede descargarse programas de diseño en su computadora y aprender a usarlos. Pero ser diseñador es mucho más que eso, nosotros tenemos una visión del mundo muy diferente a una persona normal, vamos por la calle y no vemos una publicidad como cualquier otro, nosotros evaluamos el trabajo que se hizo con la tipografía, las tensiones que generan los elementos y pensamos si se hubiese podido resolver de otra manera. Estamos todo el tiempo diseñando en nuestras cabezas, pensando proyectualmente. Entonces si volvemos al punto más importante ¿De qué manera puedo agregarle valor al producto y que tanto la imagen como el material y la producción sean resueltos en conjunto y generen un resultado de calidad? En un principio, hacer entender al cliente que el trabajo del diseñador es mucho más que sentarse atrás de una pantalla.
Nosotros como diseñadores, no todo debemos resolverlo por nuestra cuenta, en ocasiones es mejor contar con la ayuda de otros diseñadores para así llegar al mejor resultado posible y enriquecer nuestro aprendizaje.
(*)Cooperativa de diseño:
Futuro es una cooperativa de diseño y cultura, un espacio donde se juntan diseñadores de diferentes áreas (gráfico, audio visual, indumentaria, taller de impresión) para generar trabajo en equipo. Buscan agregarle identidad y valor a los distintos proyectos que se les presentan. Hace poco que formo parte de este lugar y gracias a esta nueva experiencia pude aprender mucho sobre el diseño colectivo, los invito a que entren en los siguientes links para conocernos mejor:
https://www.facebook.com/espaciocoopfuturo/