Hablar de fotoperiodismo no solo se refiere a relatar con imágenes si no a una herramienta de comunicación, teniendo como principal recurso la fotografía para informar. “Una mirada donde subyace información previa. Una mirada que pretende abordar la realidad desde un punto determinado y que huye de la objetividad” – Bernardo Gutiérrez (periodista)
Dentro de esta idea de relato, la fotografía deja de cumplir solamente un rol estético si no que además, debe caracterizarse en cuanto a su veracidad y precisión. Se puede decir entonces que el trabajo del fotoperiodista es generalmente riesgoso y con algunos obstáculos ya que sus imágenes deben realmente contar la “noticia” y que esta sea comprensible. Además de, tener que cuidar estas imágenes tanto como a sus protagonistas, el fotógrafo no está exento de incluir cierta subjetividad en la historia que va a contar.
FOTÓGRAFO DE GUERRA | Robert Capa
Nació en Budapest el 22 de octubre de 1913. Conocido por sus fotografías de guerra, estuvo presente en cinco de ellas desarrollando su rol de fotógrafo y siempre luchando por sus ideales. La mayoría de sus trabajos están centrados en retratos; victimas de conflictos, trabajadores anónimos, protagonistas de guerras, familiares, es así como Capa se interesó generalmente por darle a su trabajo un carácter social mostrando a quienes “nunca saldrían en los libros”.
Su trabajo no es reconocido ni se limita a la mera presencia del reportero que documentó el conflicto bélico si no que muchas de sus fotografías son reconocidas como símbolos de estas situaciones, “Muerte de un miliciano” es su fotografía más icónica de la Guerra Civil Española. También el relato de once fotos sobre el Desembarco de Normandía, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Durante su carrera como fotoperiodista, Robert Capa capturó los eventos más importantes de la primera mitad del siglo XX.