La evolución de las portadas de revista

A lo largo de los años, nos hemos vuelto mas sexualizados, superficiales, leemos cada vez menos, pero también vamos siendo mas abiertos con algunos temas sociales.

En esta nota, me gustaría enfocarme en cómo los temas y la gráfica de las revistas evolucionaron hasta la actualidad, cómo cambiaron nuestros intereses y como la revista se adaptó a ellos.

Gracias a estudios sociales, se pudo comprobar que durante los años, nos hemos vuelto mas sexualizados y que nuestra atención ha disminuido en temas generales, pero a su vez nos hemos vuelto mas abiertos con cada nuevo paso en temas que antes no se hablaban. Así la sociedad ha ido aumentando el límite de lo que consideramos aceptable.

¿Cómo se adaptó la industria a este comportamiento social? Bueno, el estilo de arte, logos, texto, y mensajes que transmiten, reflejan la capacidad de adaptación de las revistas y los grandes cambios que van surgiendo en la sociedad. Sin embargo, todavía resulta más importante el hecho de que sean un reflejo de la cultura de las diferentes eras en las que empezó cada una de las revistas.

Tenemos el ejemplo de Vanity Fair, que sus publicaciones comenzaron desde 1915 con dibujos de mujeres en traje de baño, hasta la icónica tapa llamada Call me Caitlyn, mostrando la transformación de Bruce Jenner en su cambio de sexo, un ex atleta conocido por su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.

 

La revista GQ, por mucho tiempo, sus portadas solían ser casi siempre las mismas, un hombre blanco en traje. Hasta que en la década de los 90′, dónde se dieron cuenta que probablemente venderían mas revistas, si en sus portadas aparecían mujeres. Su portada más conocida y controvertida, por el juicio que tuvo que enfrentar, fué la de Amy Schumer.

 

Me pareció interesante compartir esta nota en el blog, ya que a la hora de diseñar un objeto de consumo, en este caso editorial como la revista, es importante saber que nosotros, diseñadores, somo quienes le estamos dando un mensaje a la sociedad, sea bueno o malo, tenemos el poder de reflejar a la sociedad misma.