La mayoría de obras musicales partituras, métodos etc hasta 1850 tenían una portada tipográfica con mas o menos esmero y algunas añadían una grabado o ilustración con la intención de ilustrar algunas cosas básicas del temario de la obra.
Quiénes hacían esas impresiones? —Las casas editoras, quienes a su vez eran las que vendían los instrumentos musicales, las que tenían salas de concierto y las que fomentaban a algunos músicos importantes.
Sobre los temas de las portadas, por lo general, las ilustraciones van de acuerdo al título de la obra. Por ejemplo, “las partituras del Himno Nacional tienen elementos patrios como el águila y la bandera; las partituras de Imposible será olvidarte, de Carlos Villavicencio, representan a un joven viendo el retrato de una chica que seguramente era su novia”
Pocos trabajos son menos reconocidos que el hecho por numerosos diseñadores y artistas en el campo de la ilustración musical. Los estudios en la edición musical están centrados básicamente en: autores, interpretación, edición y tipografías, imprentas musicales, evolución del arte de la impresión musical, etc… pero pocos están centrados en la ilustración de las partituras y en la aportación que muchos artistas plásticos hicieron en este campo especialmente en el s. XIX y XX.
No es hasta el s. XIX con la invención de la litografía, que la edición de partituras musicales empieza a difundirse
masivamente y la ilustración de las portadas empiezan a ser cada vez más atractivas en su composición y diseño.
Las tipografías evolucionarán según la moda de cada estilo artístico e igualmente las ilustraciones.
En especial las partituras dedicadas a la «música de salón» fueron, las que se prodigaron en ensalzar y embellecer la portada. Generalmente son partituras de muy pocas páginas incluso a veces son solo dos hojas. A medida que avanzó el siglo mas interesantes ilustradores encontramos y a la vez también son mas interesante tipográficamente.