“El periódico de formato sábana ha muerto”.
Así empezaba un artículo que Robert Thomson, director de The Times, escribió en El Mundo hace seis años. El diario británico dio por concluida entonces la vida del formato sábana para convertirse en tabloide (o compacto), que es el que utilizan los periódicos españoles desde hace décadas.
La sábana es el formato grande en tamaño y ha sido, al menos hasta ahora, también grande en prestigio. Los tabloides se han relacionado siempre con los diarios sensacionalistas o de prensa rosa al contrario que la sábana, asociada siempre a la prensa seria o de calidad.Las cosas parecen haber cambiado en los últimos años, puede que motivadas por el pragmatismo de nuestro tiempo, en el que se premia la comodidad, la agilidad, el ahorro y la rentabilidad, e incluso la ecología (auque ésta más como excusa que como verdadera razón de cambio). Sea como fuere, lo que es un hecho es que el formato sábana pierde terreno frente a otros más pequeños como el tabloide.
Tabloide vs Sabana
La principal diferencia física entre ambos formatos es el tamaño de la página. Mientras la sábana tiene unos 60 cm de alto por 35 cm de ancho, el tabloide, con un ancho menor a 30cm, no suele pasar de los 40 cm de alto. Hay variaciones, pero en general podría decirse que el segundo es la mitad que el primero.
Más allá del prestigio que la sábana aún conserva en EEUU y en algunos países bajo su influencia, entre otros, concluye que el tabloide tiene más ventajas que inconvenientes. Permite reducir costes de impresión al agregar o quitar páginas. También se consigue disminuir el tiempo necesario para imprimir el diario. Y para el usuario el formato pequeño es más práctico y cómodo. El mayor inconveniente es la espectacularidad de la publicidad o la noticia (foto, infografías…) a página completa o en la doble central que el tabloide pierde con relación al formato sábana. Pero todo no se puede tener.
Se podría decir, en definitiva, que desde que los principales diarios británicos rompieran con la tradición al pasar del formato sábana al tabloide, la calidad y el tamaño han dejado de terelación unívoca en Europa. Hoy el buen y el mal periodismo visten la misma talla, así que, ¡ojo con confundirlos!