El auge de internet en los últimos años cambió nuestra manera de vivir y de comunicarnos, de relacionarnos con los otros y con la información que intercambiamos. Estamos viviendo en un mundo en el que todo el tiempo recibimos datos, noticias e imágenes, muchas veces ya sin darnos cuenta y sin ser conscientes de ello. Estamos sumergidos en una vorágine de información insostenible, efímera, que constantemente circula, más que nada, por internet. Esto hace inevitablemente que lo que sucedió hace una hora, ya sea noticia vieja.
El diario impreso tiene otros tiempos, distintos a los que manejamos hoy en día. Es rápido, obviamente, pero se está quedando atrás respecto de todo este mar de información en el que estamos sumergidos. Tiene otros tiempos porque se diagrama la información (bueno, eso también en el diario virtual), se imprime, se reparte, y hay que ir a comprarlo al puesto de diarios, aunque algunos lo reciben en sus casas. Esa llegada de las noticias a nuestras manos no es instantánea, en cambio, en cualquier dispositivo apretamos un botón y minuto a minuto se actualiza la información. Y pensar que muchas de las noticias de hechos que hace veinte años se esperaban para leer en un periódico impreso, ahora se leen desde internet casi inmediatamente después de que acontecen…
No es mejor ni peor, es diferente, son otros tiempos, pero en mi opinión, el diario y los periódicos se están quedando atrás. Hay muchas personas que prefieren leer del papel antes que desde una tableta o computadora, me incluyo en ese grupo, aunque tengo la sensación de que dentro de unos años, el diario impreso no va a circular más, o se va a convertir en un elemento poco común o de culto.